Testimonios

Quiero agradecerle a Dios y a ustedes por ayudarme con la rehabilitación de mi hombro (izquierdo/derecho). De no ser por su colaboración no hubiera sido posible. Me siento mejor física y emocionalmente. Gracias por estar siempre en la disposición de ayudarnos y no abandonarnos en las difíciles situaciones que a veces atravesamos aquellos que un día fuimos peloteros profesionales de béisbol. Gracias una vez más por todo. ¡Dios les bendiga!

Gabriel Sosa




B.A.T. salvó mi vida.

Yo estaba en un lugar muy oscuro de mi vida hace unos años. Estaba muy enfermo, no podía trabajar y tenía muy poco flujo de efectivo para mantenerme. Mis gastos médicos y de recetas superaban el 80% de mis ingresos. Mi casa y los gastos diarios eran otro 20%. En general, mis gastos excedieron mis ingresos, por lo que tuve que usar mis ahorros, pensiones, para mantenerme a flote.

Luego tuve la bendición de descubrir a B.A.T. Todo el equipo me ayudó a encontrar esperanza. Erik Nilsen, Michelle Fucich, Vladimir Cruz y mi patrocinador Sam McDowell y ahora Tim McDowell me llevaron a sobrevivir nuevamente. No puedo olvidar a las personas en la Junta y detrás de escena. ¡Siempre fui tratado con el mayor respeto y cuidado por parte de todos! Sin B.A.T., sé que me hubiera quedado sin médicos, medicinas y refugio. B.A.T. hizo posible a través de subvenciones muy útiles ponerme de pie nuevamente en todos los aspectos de mi vida. Las palabras no pueden expresar la gratitud y el respeto que tengo por todos y el programa. B.A.T. siempre estará en mis oraciones.

Gracias a todos,
Michael A. Baldy