No le puedo agradecer más a BAT por la ayuda que nos ha brindado a mí y a mi esposa durante nuestro tiempo de necesidad. Althea (mi esposa) ha regresado a la terapia física en el instituto Kessler y pronto comenzará la terapia ocupacional en el mismo centro de rehabilitación. Su cáncer parece estar en remisión, y sobre todo gracias a Dios y a ustedes podemos volver a sonreír. A veces es difícil ser optimista, pero cuando Dios pone a personas como B.A.T. en tu vida para darte una mano tan necesaria, sonreír es más fácil. Con su ayuda, hemos podido resolver, o debería decir pagar las facturas de tarjetas de crédito que habíamos acumulado y las facturas médicas que teníamos debido al accidente cerebrovascular y cáncer de mama. BAT realmente ha sido una bendición. Dios es bueno. Sigan con el buen trabajo y yo personalmente me mantendré en contacto.
Una vez más, gracias.
Sinceramente,
Michael Jackson