¿Qué podemos esperar de Jasson Domínguez en Grandes Ligas?

1 de septiembre de 2023

Sería casi imposible que el dominicano Jasson Domíguez lograra estar a la altura de las expectativas.

Cuando firmas a un joven de 16 años que es comparado con Bo Jackson, Mickey Mantle y Mike Trout – sumado a todo lo que implica jugar en la mediática ciudad de Nueva York – no se puede esperar nada menos a una Triple Corona y a un Premio Nóbel, ¿no? 

Pero lo más curioso de todo es que, a pesar de lo grande de las comparaciones, no se puede descartar nada con el quisqueyano.

Entonces, aquí estamos, a punto de ver el debut de “El Marciano” (como se le conoce) en las Grandes Ligas. ¿Cómo separar el mito de la realidad? ¿Qué podemos esperar realmente de la promesa de 20 años que llega al nivel más alto del béisbol por primera vez?

Todo el fenómeno mediático en torno al dominicano se vio incrementado antes de poder verlo jugar en un partido competitivo en el 2021, con videos de él detonando pelotas por todos lados. Los Yankees nunca dudaron en poner a prueba las condiciones de su segundo mejor prospecto, llevándolo a disputar una temporada completa en Tampa en aquel primer año. La 78va mejor promesa del béisbol disputó un total de 57 encuentros en esa campaña, y aunque se defendió siendo el segundo jugador más joven del circuito, ofreció destellos de esas herramientas que entusiasmaron tanto a los scouts. Claro, se ponchó más del 30% de las veces, lo que preocupó a algunos.

Pero para crédito de Domínguez, logró reducir esa tasa de ponches en una temporada del 2022 que lo vio jugar en tres niveles. Donde más brilló fue en Clase-A Hudson Valley (.306/.397/.510 en 40 juegos) y terminó el año con OPS de .837. Su wRC+ de 135 lo posicionó entre los 60 mejores jugadores de liga menor con al menos 400 veces al bate. Quizás no sean números fuera de este mundo, pero dado que tenía apenas 19 años y ya había jugado en todos los niveles de las menores, son cifras significativas. Y a pesar de una pasantía complicada en la Liga Otoñal de Arizona, igual lo ubicamos en el número 47 en nuestra lista de los 100 mejores prospectos antes del inicio de la campaña del 2023.

Este año, se ha caracterizado por dos mitades diferentes. Domínguez lució algo perdido en los primeros meses del año. Comenzando en Doble-A Somerset, el patrullero bateaba apenas .197/.345/.357 para finales de junio, aunque logró empalmar 10 jonrones y robarse 17 bases con una tasa de boletos superior a 18%, ponchándose a su vez en el 28% de las veces.

Pero desde que el calendario cambió a julio, Domínguez ha estado más cerca de las expectativas, incluyendo un impresionante, pero breve, tramo por Triple-A, en el que bateó .346/.418/.507 del 1ro de julio en adelante, con cinco bambinazos y 22 robos más. Siguió negociando sus bases por bolas, aunque con una menor frecuencia (11.3%), pero su tasa de ponches mejoró a 19.7% durante ese período. Eso le permitió aumentar su wRC+ a 121 (100 es promedio).

Domínguez ha jugado sólo nueve partidos con Scranton-Wilkes Barre, con OPS de 1.094 con los RailRiders.

El bateador ambidiestro tiene una gran velocidad en el bate y es capaz de darle a la bola con mucha fuerza. Continúa siendo un poco mejor parándose en el plato a la zurda; en el 2023, tiene un 25% de swings fallidos y 32% a la derecha, según Synergy. 

Al principio de la temporada, Domínguez pareció tener problemas con la toma de decisiones de sus swings, luciendo en ocasiones muy pasivo y en otras muy agresivo, derivando en esos porcentajes de boletos y ponches. Pero algo ha cambiado en los últimos dos meses, y los Yankees esperan que esa tendencia pueda continuar ante el pitcheo más difícil que haya enfrentado jamás.

Como es el caso con muchos bateadores jóvenes, Domínguez no suele fallar muchas rectas, con apenas un 21% de swings fallidos y un OPS de .856 ante las bolas rápidas. Esperen ver muchos pitcheos rompientes en su contra en las Mayores. Este año en las menores, el dominicano tuvo un 30% de swings fallidos ante los rompientes y del 35% ante los envíos de baja velocidad. Su capacidad de lograr hacer daño ante ese tipo de pitcheos será clave desde el inicio.

Aunque Domínguez tiene el típico cuerpo de un cañonero, sabe cómo moverse en las bases. Así lo ha demostrado con esa agresividad que lo ha llevado a robarse 40 almohadillas este año y 77 en las últimas dos campañas combinadas. Su capacidad de negociar bases por bolas lo debe de ayudar, así demore un poco en adaptarse al pitcheo de Grandes Ligas.

En un principio, parecía que Domínguez sería una potencia de cinco herramientas, cubriendo el jardín central. No obstante, hay muchos scouts que no lucen convencidos por el movimiento de sus manos y sus instintos en el medio. Ha defendido la pradera izquierda mucho más este año, y ofrece un gran brazo desde ambas esquinas.

Domínguez podría enfrentar algunos altibajos mientras se adapta, pero con base a lo que ha hecho en las menores este año, no debe de sorprender si el dominicano logra hacer los ajustes necesarios para brillar en la Gran Carpa.