Éstos son los inicios de los Yankees de N.Y.
Los Yankees de Nueva York fueron creados desde el día número uno con la expectativa de ser un equipo ganador y dominar la Liga Americana, pero sus inicios y sus orígenes, son una buena historia que contar.
El lugar de nacimiento del equipo fue en prestigioso edificio Flatiron en Manhattan, lugar donde Ban Johnson, presidente de la recién creada en ese entonces Liga Americana, había reubicado sus oficinas de Chicago.
A pesar de Manhattan tener en los inicios de 1900, una ciudad con 2,200 calles y casi 2.2 millones de habitantes, ampliamente la ciudad más valiosa y populosa de Estados Unidos, sólo tenían un equipo de béisbol en Grandes Ligas: Los Gigantes de Nueva York y un sólo estadio, el Polo Grounds.
Dos años atrás, Ban Johnson había empezado su guerra contra la Liga Nacional, logrando crear una segunda liga profesional y reclutando muchas estrellas del viejo circuito, usando además la idea de expandir el “Rey de los Deportes” a ciudades como Detroit, Washington, Cleveland y Baltimore. Esto sumado a tener precios más baratos para la entrada a los terrenos, pues a diferencia de la Liga Nacional, la Liga Americana de Ban Johnson, cobraba 0.25 centavos por persona, mientras que sus rivales tenían una tarifa mínima de 0.50 centavos.
La idea de Johnson era mover al equipo de Orioles de Baltimore (no los Orioles de hoy en día), a la ciudad de Nueva York, pero esto no fue tan fácil. Rivales de negocios de Johnson hicieron todo lo posible por impedirlo. John McGraw que estaba en esos Orioles, tenía graves problemas con Johnson que, como presidente de la Liga, multaba con frecuencia a McGraw por su carácter explosivo.
Cuando al fin McGraw negoció su cambio con Johnson a los Gigantes, allá se juntó a Andrew Freeman, dueño del equipo y enemigo de Johnson, juntos se trazaron un plan para impedir la creación del nuevo equipo.
McGraw y Freeman compraron acciones en los Orioles y una vez en control, empezaron a vender a los mejores jugadores, mandándolos a la Liga Nacional. Ejemplos de esto fueron el jardinero Joe Kelley, vendido a Cincinnati y el pitcher Joe McGinnity a los mismos Gigantes. Ambos rivales de negocios esperaban que estas movidas debilitaran la liga que presidia Ban Johnson, creando aburrimiento en los fanáticos, pues un equipo muy perdedor en una liga de pocos conjuntos creaba mucha debilidad en el calendario de juegos.
Sin embargo, la persistencia de Ban Johnson con su plan era increíble y creó una cláusula dentro de la liga, con la cual tomó el control de la franquicia de los Orioles con 51% y obligó al resto de los dueños en la Americana a reforzar a Baltimore con jugadores que no eran titulares en sus equipos pero que tenían alto potencial. De esta forma, los Orioles sobrevivieron la temporada de 1902 y luego de la misma, se dio el escenario para la movida de Johnson.
“Hemos tomado nuestra primera acción oficial en invadir la ciudad de Nueva York” dijo Ban Johnson al New York Times en el invierno 1902.
Una franquicia en la gran manzana era un negocio bien lucrativo y además la oportunidad de probar lo buena que era la Liga Americana, que presidia Johnson y por la cual tanto había luchado.
A pesar de todos los intentos de Andrew Freeman de frenar la movida, las estrategias de Johnson eran contundentes. Ese invierno, las ofertas elevadas para la época a jugadores estelares de los Piratas de Pittsburgh como los pitchers Jack Chesbro, Jess Tannehill, el infield Wid Conroy y el jardinero Lefty Davis, los convirtieron en las primeras estrellas del nuevo equipo neoyorquino, sumado a Willie Keeler que estaba en el antiguo equipo de Baltimore, y la llegada de los Medias Blancas del lanzador y manager Clark Griffith.
Para diferenciarlos de los Gigantes, la prensa les empezó a llamar los “Americanos de Nueva York” y luego se convertirían en los Yankees, esos que hoy ostentan 27 títulos de Serie Mundial en sus palmares y que son considerados, el equipo más popular de todo el béisbol.