Ohtani y Arozarena se robaron el show, cada uno a su manera
MIAMI, Florida -- Shohei Ohtani y Randy Arozarena se convirtieron en el foco de atención por razones muy distintas horas antes del partido semifinal entre Japón y México en el Clásico Mundial de Béisbol.
El japonés Ohtani dio todo un espectáculo durante las prácticas de bateo en el loanDepot Park cuando disparó descomunales batazos que arrancaron suspiros y exclamaciones de "¡Ohhhhhh!" y "¡Wao!" entre el público, y hasta los miembros de los medios de comunicación que estaban en el terreno para seguir de cerca la acción.
Ohtani, lanzador y bateador designado de los Angelinos de Los Ángeles, envió una pelota que golpeó la pantalla gigante y también alcanzó varios letreros ubicados en la parte superior del estadio.
El estelar japonés se ha convertido en una de las figuras más seguidas en el evento luego de promediar .438 con tres dobles, un jonrón y ocho carreras impulsadas en los primeros cinco partidos de la novena nipona.
En los pasados días se han visto una gran cantidad de japoneses asistiendo a los partidos de cuartos de final y el lunes aumentó la cantidad de seguidores nipones, que abarrotaron las tiendas con mercancía del Clásico Mundial para adquirir camisetas. ¿La predilecta? La de Ohtani, claro.
Mientras Ohtani deslumbró con sus batazos, el cubano naturalizado mexicano Randy Arozarena también captó la atención al salir al terreno con un sombrero púrpura de mariachi y botas de vaquero, en lugar de sus spikes.
"Me puse las botas y el sombrero, y tengo que ponerme todos los poderes, porque tenemos un gran partido ante Japón", dijo Arozarena.
Y luego de atender la prensa y visitar en el "set" a los comentaristas de MLB Network, entre quienes se encontraba el miembro del Salón de la Fama, Pedro Martínez, Arozarena se fue a capturar batazos en los jardines con el sombrero puesto, ante el deleite del público que recibió varias pelotas lanzadas por el jardinero de los Rays de Tampa Bay.
En lo que va de torneo, Arozarena batea para .471 con cinco dobles, un jonrón y nueve remolcadas en los primeros cinco encuentros de México y también dejó para la posteridad una gran atrapada en el encuentro de cuartos de final contra Puerto Rico.
"Me ha ido muy bien en el Clásico, siento la fanaticada cuando ha ganado México. Ese es el gran trabajo que estamos haciendo", agregó.