A sus 22 años, Luis Robert se perfila como el jardinero central titular de los White Sox en el 2020, sin siquiera haber participado en su primer partido a nivel de Grandes Ligas.

Así es el talento y el potencial del guardabosque cubano, el cotizado prospecto que registró OPS de .932 en tres temporadas de liga menor del 2017 al 2019, trecho en el que ascendió de la Summer League en la República Dominicana hasta Triple-A. Y logró todo eso a pesar de jugar en apenas 50 juegos en el 2018, debido a una lesión en el pulgar izquierdo.

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Después de firmar una extensión de contrato de seis años y US$50 millones con Chicago en enero, Robert llegó a los entrenamientos de este año con el jardín central de los Patipálidos en sus manos. Y ahora en el Campamento de Verano, al igual que los entrenamientos tradiciones de los últimos años en el Camelback Ranch de Glendale, Arizona, Roberto cuenta con el apoyo de dos de sus compatriotas: Yoán Moncada y José Abreu, dos estelares de unos White Sox que aspiran a los playoffs este año.

“Con nosotros puede contar para lo que sea. Sólo tiene que preguntar por lo que sea”, dijo Moncada esta semana en una conferencia vía Zoom. “No va a haber ningún tipo de problema”.

Robert, quien bateó .328/.376/.624 con 32 jonrones, 92 empujadas y 36 bases robadas en tres niveles distintos de liga menor en el 2019, continúa una gran tradición de más de 20 jugadores cubanos que han vestido el uniforme de los Medias Blancas desde la década de los 50, cuando Orestes “Minnie” Miñoso dio inicio a su larga trayectoria con la franquicia. En este siglo, figuras como Orlando “El Duque” Hernández y José Contreras ayudaron a Chicago a ganar la Serie Mundial del 2005, la primera corona del equipo desde 1917. Y más adelante, Alexei Ramírez fue parte íntegra de la última edición de los White Sox en clasificar para los playoffs, en el 2008.

“Tenemos la historia del nuestro lado”, dijo el año pasado el presidente de operaciones de béisbol del equipo, Ken Williams, sobre lo atractivo que es el sur de Chicago para los peloteros cubanos. “Los jugadores hablan de manera positiva sobre su experiencia aquí. Y no tienen miedo de expresar esas opiniones a jugadores (cubanos) que están disponibles”.

Desde el 2014, Abreu ha sido piedra angular de la alineación de los Patipálidos y viene con un nuevo contrato de tres años, acompañando a Moncada, una estrella en ascenso que empezó a alcanzar su gran potencial en el 2019—y siempre contando con el apoyo del primero desde su debut con Chicago en el 2017.

“Cualquier duda que tenga, en cualquier cosa”, dijo Moncada acerca de Robert y su transición a las Grandes Ligas este año. “Eso fue lo que yo hice con Abreu cuando yo subí. Hablé con Abreu y él me ayudó”.