Por superstición, Greene no ve a T.B. en SM
Riley Greene es lo suficientemente joven para poder decir honestamente que es fan de los Rays de Tampa Bay de nacimiento.
El prospecto de los Tigres nació en Orlando en septiembre del 2000, a finales de la tercera campaña de la franquicia. El jardinero tenía ocho años cuando su equipo llegó a la Serie Mundial en el 2008.
Sin embargo, Green no está viendo a los Rays luchar con los Dodgers en el Clásico de Otoño esta semana. Y no es por lealtad al equipo al que pertenece, aunque según MLB Pipeline es considerado el prospecto número 4 de los Tigres. Es cuestión de superstición.
“Quiero que ganen los Rays”, reconoció Greene la semana pasada en una videoconferencia desde el campamento de los Tigres en la liga instructiva de la Florida. “Las últimas veces que he visto a los Rays, han perdido, así que ya no los veo. Simplemente miro el marcador”.
La pregunta surgió a raíz del desempeño de los jardineros de los Rays en esta postemporada, acentuado por jugadas despampanantes de parte de Kevin Kiermaier Y Hunter Renfroe. Si esa combinación de ofensiva y defensa ayudó a Tampa Bay a llegar a la Serie Mundial, también le sirve de inspiración a Green, quien llamó la atención al robarse un jonrón durante un partido de escuadras divididas en el campamento de verano de los Tigres.
“Es fenomenal que esos muchachos hagan ese tipo de atrapadas en juegos tan grandes”, dijo Greene, “y eso me hace querer trabajar más duro, para poder estar en esos juegos haciendo esas atrapadas”.