“Lo tomé personal”. Tatis respondió a la hora cero con hit de oro

5 de septiembre de 2024

SAN DIEGO – Antes de dar el primer batazo de oro de su carrera –y antes de que le desgarraran la camiseta por la espalda y ésta fuera lanzada a la multitud del Petco Park— el dominicano hizo su característico doble brinco mientras trotaba rumbo al plato en la 10ma entrada.

Todavía no asimilaba lo que había visto del piloto de los Tigres A.J. Hinch: Cuatro dedos. Una base por bolas intencional ... ¿para que los Tigres pudieran enfrentar a Tatis?

“Lo tomé personal”, exclamó. “Tan pronto vi que levantó esos cuatro dedos, me dio ese impulso que necesitaba, esa energía que necesitaba. Simplemente quería dar la cara por los muchachos”.

No tomó mucho tiempo. Tatis conectó el primer envío que vio del lanzador Jason Foley de línea por el bosque izquierdo, guiando a los Padres a una alocada victoria por 6-5 en 10 entradas sobre los Tigres en el Petco Park el miércoles – un juego que San Diego perdía temprano por cinco carreras. Con la victoria, San Diego mantuvo su lugar en la cima del Comodín de la Liga Nacional y se colocó 19 juegos por encima de .500 por primera vez desde el 2010.

Fue un golpe de autoridad de parte de Tatis, quien veía acción en apenas su segundo encuentro desde que fue activado de la lista de lesionados.

“Creo que nadie dudada realmente de que iba a responder en esa situación”, dijo el piloto de los Frailes, Mike Shildt. “Todo se dio para nosotros”.

Después de que Jeremiah Estrada dejó anclado al corredor automático en la parte alta del décimo acto, Foley sacó los primeros dos outs de la entrada.

Era el turno del venezolano Luis Arráez. Y, en defensa de Hinch, la decisión no era la más fácil que digamos.

“Se trata de dos de los mejores bateadores de la liga”, reconoció Hinch. “Se enfrentó a nuestro lanzador derecho. Pensábamos que podíamos obligarlo a conectar un roletazo. Lo hizo. Pero no es fácil enfrentar a ninguno de los dos”.

Era fácil entender la lógica. Arráez lidera la Liga Nacional con promedio de .311. No existen muchos bateadores en las Mayores hechos a la medida para un turno al bate en el que un sencillo te hace ganar el partido —particularmente cuando se trata de un lanzador derecho ante un bateador zurdo.

Pero nadie dijo nunca que dicha lógica necesitaba ser reconocida por la parte ofendida – en este caso, Tatis.

“Vi los cuatro dedos arriba y me dije, ‘Ahh me están desafiando”, relató Tatis. “Tratas de aprovechar momentos como éste y sólo tratas de dar la cara”.