Un pequeño aficionado se durmió y se perdió encuentro con un OF
Ya estamos en la recta final de candentes luchas por la postemporada, y hay gran tensión. Cada out es importante. Nadie quiere despegar los ojos del terreno ni de las pizarras.
Al menos que sea el caso de un niño, en el que siempre es necesaria una siesta -- incluso cuando un jardinero de las Mayores se te esté acercando en las gradas.
En el quinto episodio del partido del sábado entre los Tigres y Orioles en el Camden Yards, Parker Meadows de Detroit dio un batazo de foul hacia la pradera izquierda. El guardabosque de Baltimore, Colton Cowser, cubrió terreno, pero no alcanzó la bola y dio un salto hacia las redes para frenarse. Directamente al frente en la primera fila estaba un padre cargando a su hijo durmiendo. Todos saben que una siesta interrumpida no es buena noticia.
Sin embargo, el pequeño estaba profundo, y Cowser se aseguró de que no se despertara. El novato saludó al padre y luego hizo un gesto con sus manos en el rostro como si estuviera durmiendo.
“Puede ser la única vez que fue mejor que Colton no haya atrapado la bola”, expresó el comentarista de los Orioles, Kevin Brown.
También pudo haber sido el encuentro más cercano con un jugador que el niño jamás sabrá que ocurrió.