Jackson Holliday visitó R.D. con la intención de impactar más allá del béisbol
NUEVA YORK -- El nombre de Jackson Holliday es sinónimo de talento en el terreno para los conocedores del béisbol. El torpedero que desde su infancia ha sido expuesto a las Grandes Ligas, debido a que su padre Matt Holliday, fue un estelar por más de 14 años en la liga, finalmente tiene la oportunidad de crear su propio legado.
Con tan solo 20 años, Holliday está viviendo todo un sueño, jugando béisbol en el escenario más grande del deporte, con los Orioles de Baltimore quienes poseen una alineación llena de estrellas y que se encuentran peleando por una posición en la postemporada, pero estos no son los factores por los cuales él se considera afortunado.
Durante la temporada muerta, Holliday junto a varios miembros de su familia tuvieron la oportunidad de emprender una aventura que le haría ver la vida de manera distinta.
“Tuvimos la oportunidad de visitar la República Dominicana, fuimos a algunos bateyes y tuvimos la oportunidad de jugar béisbol con niños de la comunidad y le enseñamos sobre Jesús”, dijo Holliday.
El estar expuesto a la cultura dominicana y ver la manera en la que la fe y el deporte van de la mano en un país donde el béisbol es considerada una religión para los nativos de la isla, hizo que la admiración y el respeto que siente hacia sus compañeros dominicanos aumentará de manera significativa.
“‘Me siento afortunado de poder haber visitado la isla y me dio una perspectiva diferente de lo afortunado que somos y medio una sensación de aún más respeto hacia mis compañeros dominicanos”, agregó Holliday.
En lo personal guarda la experiencia de manera significativa ya que le dio un sentido a su vida que va más allá de ser una super estrella del béisbol, sino que pudo utilizar las comodidades que le brinda su estilo de vida para hacer algo más grande que sí mismo.
“Solo el tener la oportunidad de compartir la palabra de Dios y tratar de tener un impacto más grande que solo el béisbol, el jugar con los niños y quizás haber tenido un impacto en sus vidas”, expresó.
El novato quedó maravillado con la cultura, la belleza de la isla, su gastronomía y la importancia que tiene el béisbol para el pueblo dominicano, desde los más grandes hasta los pequeños y aunque dice tener muchos planes para la próxima temporada muerta, no duda en que volverá Quisqueya en algún momento.
“Fue una experiencia increíble. Pude apreciar lo mucho que aman el béisbol y lo talentosos que son, y la comida era increíble. En realidad, fue una experiencia impresionante”, puntualizó Holliday.