DUNEDIN, Florida – El mayor elogio que puede recibir un lanzador en los entrenamientos es la cantidad de compañeros que se detienen a verlo.

El martes en Dunedin, el derecho cubano Yosver Zulueta se subió a una de las lomas de las instalaciones de los Azulejos. Y allí estaban sus compañeros, viendo a “Zulu”, el intrigante lanzallamas que hace ver fácil alcanzar altos dígitos de velocidad con sus pitcheos.

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A esta altura de la primavera pasada, Zulueta surgió rápidamente como uno de los nombres más interesantes del campamento. Luego de firmar en el 2019 por US$1 millón, el oriundo de Remedios venía de recuperarse de una cirugía Tommy John, a la que se sometió poco después de integrarse a la organización, y comenzó a tocar las 99 millas por hora. Estaba un poco fuera de ritmo con su control, pero contaba con las bases de desarrollo innatas.

Luego, después de medirse al primer bateador en su primer juego el 5 de mayo, todo el progreso se perdió. Luego de verse en cuenta de 0-2, Zulueta intentó cubrir la inicial con un roletazo, pero se desgarró el ligamento anterior cruzado. Su temporada había terminado un minuto después de haber iniciado.

“Es difícil. No te voy a mentir”, dijo Zulueta. “Dos años después de haberme sometido a la Tommy John y luego de sentirme así en la primavera pasada, cuando todo estaba bien, llegó la lesión en la rodilla. Fue complicado. Muy difícil. Pero ¿qué vas a hacer? Hay que seguir trabajando duro”.

El serpentinero enfrentó a bateadores el viernes por la mañana y alcanzó las 97-99 millas por hora. .

“La recta está ahí, como el año pasado. La velocidad está”, dijo Zulueta. “Me siento muy bien ahora mismo”.

Pero no hay ninguna recta que pueda subsistir sola. Cuando Zulueta regresó de la cirugía, su cambio de velocidad empezó a moverse mejor. Su curva puede ser inconsistente en ocasiones, pero tiene un gran potencial. Sin embargo, su enfoque desde el año pasado ha sido el slider. Es un nuevo pitcheo para el cubano, pero es bien importante.

“El año pasado, tenía una gran curva y estábamos trabajando en el slider”, señaló Cory Popham, coordinador de desarrollo de pitcheo de los Azulejos. “Podría tener un buen agarre para un mayor slider. La esperanza es que pueda desarrollar un pitcheo rompiente que se sienta cómodo lanzándolo en la zona, porque su cambio y recta ya son muy buenos”.

El camino de Zulueta es único. Tiene 24 años, pero ya se ha perdido dos tramos de tiempo considerables y sólo ha enfrentado a un jugador en su carrera como profesional. Una vez esté en la loma, en salud, Zulueta podría ser capaz de desarrollarse rápido, especialmente con el puesto de relevista en mente.

“En cuanto al talento, creo que podría llegar lejos”, comentó Popham. “Se trata de ponerlo en el mejor puesto posible, en el que no se sienta presionado y esté listo para continuar. Lo más probable es que empiece en [Clase-A Baja] Dunedin y [Clase-A Fuerte] Vancouver, pero hablaremos con él y con los coaches de pitcheo”.

Las fincas de Toronto están produciendo brazos más allá de Zulueta, en un cambio de dirección considerable luego de verse por detrás de la liga en cuanto a la velocidad hace unos años. Un bullpen de Grandes Ligas cuenta cada vez con menos lanzadores con rectas de menos de 92.

Pero en medio de todo este grupo, el nombre de Zulueta sigue destacándose. Aún queda mucho trabajo por hacer con su control y pitcheos secundarios, pero hay una razón por la que el resto de los lanzadores detienen su paso cuando ven al cubano subirse a la loma.