¿Limitaciones? Para nada, Wheeler se beneficia con cada inning lanzado

16 de octubre de 2023

FILADELFIA – En una época en el béisbol en la que la carga de trabajo es monitoreada más que nunca, representa un vestigio de la ‘vieja escuela’ del deporte.

El abridor del Juego 1 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional por los Filis, ha ido en contra de ese principio desde que ha estado en una rotación de Grandes Ligas a tiempo completo.

Desde el comienzo de la temporada del 2018 – cuando Wheeler regresó de manera definitiva como abridor tras la cirugía Tommy John, en ese entonces con los Mets – sólo cuatro monticulares han superado la marca de 1,000 innings lanzados. Uno de ellos es Wheeler, con 1,007.0.

Dos de esos cuatro pitchers serán los primeros dos abridores de los Filis en la SCLN, con Aaron Nola cubriendo 1,065.1 en ese período. Los otros en esa lista son Gerrit Cole (1076.2) y el puertorriqueño José Berríos (1009.1).

Teniendo en cuenta que Wheeler se perdió todas las temporadas del 2015 y 2016 debido a la lesión en su codo derecho que necesitó eventualmente de la mencionada cirugía Tommy John, resulta llamativa esa carga de trabajo abultada, especialmente estando en un conjunto que lo firmó por cinco años y US$118 millones como agente libre antes del campeonato del 2020.

Y es que para que Wheeler alcanzara el nivel que hoy le permite ser el elegido para treparse a la loma para el juego inicial de una serie de campeonato, necesitó de cada uno de esos innings para encontrar su mejor forma.

“Todo siempre pasa por la cirugía Tommy John”, expresó Wheeler el fin de semana cuando se le preguntó por la mejoría que ha visto en su carrera. “Intenté afinar la trayectoria de mi brazo cuando volví del [procedimiento]. Pero creo que lo más importante para mí fue deshacerme de... solía doblar la muñeca. Cuando me sacaba [la mano] del guante, solía doblar la muñeca. Tan pronto como me deshice de eso, el cambio fue importante”.

Pero para llegar a eso, Wheeler mencionó que pasó mucho tiempo estudiando a otros lanzadores y conversando con otros que habían pasado por la misma cirugía, incluyendo a Jacob deGrom, compañero con los Mets en esos años. Sin embargo, no hay nada que le haya beneficiado más que, sencillamente, lanzar.

“La otra parte fue simplemente lanzar”, dijo. “Acumular esas entradas y saber cómo mi arsenal se va a moviendo consistentemente; recta, rompimientos. Una vez que lo tuve todo bien afinado, todo cambió para mí”.

Y así, Wheeler se convirtió en un lanzador de un tope de rotación. J.T. Realmuto, quien actualmente hace batería con él, fue testigo de los avances de Wheeler a lo largo de los años, desde que el receptor vestía el uniforme de los Marlins y el monticular el de los Mets.

“Creo que su capacidad de dominar la zona de strikes”, mencionó Realmuto, sobre la principal virtud ahora de Wheeler. “Recuerdo que cuando me enfrentaba a él, de vez en cuando perdía el control. Caminaba a un par de chicos y se metía en problemas. Ahora tienes que vencerlo. Te ataca con pitcheos dentro de la zona. Su velocidad ha mejorado, su slider también. Lanza dos rectas, la de cuatro y dos costuras. Las dos a 96, 98 mph, que se mueven en direcciones opuestas. Es difícil darle”.

Ahora, la meta de Wheeler es una, cubrir “al menos” siete entradas en cada apertura, especialmente en la postemporada, con la intención de mantener fresco al bullpen.

“Hoy en día, los abridores no van tan profundos. Pero yo sigo teniendo la misma mentalidad de querer superar la séptima [entrada]. Ese es mi objetivo en cada salida, llegar más allá de la séptima”, indicó. “Quiero cuidar el bullpen, eso es lo que más necesitamos. Si cubres cinco innings en cada salida, esos chicos van a tener problemas a estas alturas del año, que es cuando más los necesitamos”.

Ciertamente Wheeler ha sido la excepción de la norma desde que volvió de la Tommy John. Pero los resultados son difíciles de debatir, especialmente mirando los boletos, manteniendo su porcentaje de bases por bolas por debajo de 6% desde su llegada a los Filis, alcanzando un tope personal en el 2023 con 2.1%. Dentro de ese exclusivo grupo de lanzadores con al menos 1,000 innings lanzados desde el 2008, Wheeler tiene la segunda mejor efectividad con 3.28 – Cole tiene 2.93 – y la menor cantidad de boletos y de jonrones recibidos.

Wheeler no sólo ha sido un lanzador capaz de cubrir una alta cantidad de innings por temporada, sino que lo ha hecho a un nivel élite. Y eso, es lo que lo tiene en el montículo para el Juego 1 del lunes.