PHOENIX — El sábado no hubo magia en el desierto.

Luego de dos emocionantes victorias en los dos días anteriores, que sirvieron para igualar la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los Filis a dos triunfos por bando, Arizona sencillamente no supo cómo responder a un ataque de Filadelfia que anotó dos carreras en el primer inning y no volvió a mirar hacia atrás, en el eventual revés 6-1 en el Juego 5.

• Sección especial: Postemporada 2023

Ahora, los D-backs tienen como principal enemigo a la historia. Dada la situación en la que están; abajo 3-2 en una serie al mejor de siete juegos bajo el formato de 2-3-2 visitando al rival para los últimos encuentros, Arizona tiene un 20% de posibilidades de avanzar — sólo cinco equipos, en un total de 25 oportunidades, lo han logrado.

“Sabemos lo que tenemos por delante”, expresó el manager Torey Lovullo tras el revés en el Juego 5. “Sabíamos que volveríamos a Filadelfia de cualquier manera y que tendríamos que ganar juegos allá”.

Lo que han conseguido los D-backs hasta ahora es admirable. Pero si quieren continuar creando “caos”, como dice su lema de guerra, necesitan a quien fue su mejor jugador durante toda la temporada regular: Corbin Carroll.

Los Filis no sólo han desaparecido el corrido en las bases de los D-backs en la SCLN — luego de ser el segundo mejor equipo en el béisbol con 166 robos, el club sólo ha podido estafarse una sola base en su duelo ante Filadelfia — sino que han neutralizado por completo a Carroll.

El favorito a llevarse el Premio Novato del Año de la Liga Nacional, quien bateó .285/.362/.596 con OPS de .868, 10 triples, 25 jonrones, 76 empujadas y 54 bases robadas, batea apenas .105 con dos imparables en 19 turnos ante los Filis. Sólo ha negociado un boleto y, lo más llamativo de todo, no ha intentado un sólo robo de bases en las cuatro veces que ha estado en circulación.

Han sido más de 40 pitcheos los que ha visto Carroll desde la inicial. En ninguno de ellos ha internado ser agresivo, como sí lo fue durante todo el año.

En general, todos los bateadores de los D-backs, con excepción del dominicano Ketel Marte — que batea .429 en la serie y suma la segunda mejor racha en la historia al empezar su carrera en los playoffs con 14 juegos en fila con al menos un hit — han tenido problemas contra los brazos de Filadelfia, algo que eleva la resiliencia del club, teniendo en cuenta de que aun con los inconvenientes, están a dos triunfos de la Serie Mundial.

Lovullo ha mencionado varias veces que la llave del éxito para el club es jugar “béisbol de los Diamondbacks”. En ese estilo de juego, Carroll es la pieza clave. Así lo fue durante todo el año y en las series previas de postemporada, ante los Cerveceros y los Dodgers.

Con excepción del Juego 2, que perdieron 10-0 en el Citizens Bank Park, a los D-backs no les han faltado las oportunidades. Ese volvió a ser el caso el sábado, cuando a pesar de la joya de Zack Wheeler, tuvieron movimiento en las bases.

“Primero, le tenemos mucho respeto al equipo que estamos enfrentando, pero voy a enfocarme en nosotros, en nuestro clubhouse”, comentó Lovullo. “Tenemos que salir a dar lo mejor. Cometimos algunos errores hoy y no capitalizamos en situaciones clave. Esa fue la diferencia”.

La temporada de los D-backs no ha terminado. Merrill Kelly es el abridor señalado por los D-backs para abrir el lunes, en el primer juego de eliminación que tendrá el club este año. Para evitar ese destino, y seguir pensando en la Serie Mundial, Carroll será clave para la consolidación de la identidad de un equipo que ha sorprendido durante todo el 2023.