TORONTO -- Para Vladimir Guerrero Jr., más que para cualquier otro en el roster de los Azulejos, sentirse así es importante.

El dominicano se siente rejuvenecido nuevamente, irradiando esa alegría infantil que ha ido y venido a lo largo de los años. Sus emociones se filtran en su juego, lo que puede ser el verdadero superpoder de Guerrero cuando las maneja adecuadamente.

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Todo está ahí de nuevo, con Guerrero conectando seis jonrones en un periodo de ocho juegos. Guerrero es ahora finalista para ser titular en el Juego de Estrellas -- la votación para la Fase 2 se extiende hasta el mediodía ET del miércoles -- y ha hecho lo suficiente para ganarse la cuarta selección de carrera.

Incluso cuando no se trata de sus cuadrangulares, todo lo que Guerrero toca es un cohete. El encuentro del viernes contra los Yankees eventualmente se convirtió en una derrota por 16-5, pero el vuelacercas de Guerrero entre el jardín derecho y el central en el séptimo episodio brevemente pareció ser el momento que cambiaría el curso del partido.

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Guerrero se quedó parado en el cajón de bateo y observó la pelota elevarse. Luego, cruzó el plato lentamente mientras la bola se estrellaba en las gradas. Tomó su bate y lo tiró – como si estuviera lanzando un balón de fútbol americano – hacia el dugout de los Azulejos. Mientras el madero volaba por el aire, Guerrero les gritaba a sus compañeros de equipo, rugiendo junto con la multitud.

La tarde del sábado, lo hizo de nuevo y remolcó seis carreras. Cuando Guerrero está así de relajado, cualquier cosa puede suceder.

“Es alguien bien serio aquí adentro, y luego ves la soltura en el dugout y en el terreno”, dijo el manager de los Azulejos, John Schneider. “A veces tenemos que hablar con él al respecto en el contexto del juego, pero es cuando está en su mejor momento. Es como un gran oso de peluche. Cuando está así, permite que todos los demás se sientan de la misma manera. La mayoría de las personas no son tan sueltas y tranquilas como él. Al demostrar eso, creo que les quita un poco de presión a los otros muchachos”.

Todo eso también se nota en cosas más pequeñas. En la quinta entrada del juego del viernes, Guerrero estaba al bate con las bases llenas y logró vencer un potencial doble play 6-4-3. No fue el resultado soñado, pero se anotó una carrera. Mientras Guerrero pasaba corriendo por la inicial y se señalaba a sí mismo como quieto, golpeó sus poderosas manos ocho veces.

Cuando Guerrero está teniendo problemas al bate, no se ve la misma chispa. Ves a un bateador que en ocasiones se abstrae, lejos de la joven estrella que conocimos como prospecto. A menudo se ha dicho a lo largo de los años que cuando Guerrero está pasando por un mal momento, los Azulejos deberían decirle que entre al clubhouse a las 6:55 p.m., se ponga el uniforme y simplemente salga a jugar. Guerrero necesita estar libre y relajado.

Con su mente en orden, el swing de Guerrero se ve tan bien como se ha visto en un par de años. Está haciendo swing con fiereza, no solamente castigando las pelotas, sino levantándolas.

“El jonrón del jueves fue contra un pitcheo adentro. El cuadrangular ante [Carlos] Carrasco [el 21 de junio] también fue adentro”, recordó Schneider. “Eso te lleva a creer que su swing está funcionando correctamente. Por lo general, se trata de la selección de lanzamientos, pero ahora mismo, no está tratando de levantar la pelota a juro, si eso tiene sentido. Creo que estaba tratando de hacer eso un poco al principio del año. La trayectoria de su swing está en un buen lugar ahora mismo”.

Parece que los lanzadores también están empezando a sentir miedo otra vez. Esto aún no se parece a lo que vimos en el 2021, pero lentamente, está comenzando a sentirse como si Guerrero estuviera tomando el control de los juegos nuevamente.

“Si dejas algo colgado, lo va a golpear como lo hizo por encima del Monstruo Verde el otro día”, aseguró Schneider.

Los Azulejos necesitan eso. Lo único que puede salvar la temporada de Toronto a esta altura es una larga racha de victorias, y eso necesita suceder en las próximas semanas antes de que la organización se vea obligada a tomar decisiones difíciles en la fecha límite de cambios.

Para que eso suceda, los Azulejos van a necesitar ganar mucho y “robarse” algunos juegos. Todavía parece muy poco probable, pero incluso después de estas campañas que han parecido decepcionantes, Guerrero todavía tiene ese potencial

Cuando Vladimir Jr. se está divirtiendo y también los fanáticos de Toronto seguramente están pasándola bien.