Va por buen camino la reconstrucción de los Marlins
En Lewis Brinson, los Marlins acaban de adquirir a un jardinero de 23 años con las herramientas para convertirse en un pelotero de 30 jonrones y 30 bases robadas en las Grandes Ligas. Es precisamente el tipo de prospecto con alto potencial que el nuevo presidente ejecutivo de la noenva de Miami, Derek Jeter, tenía en mente cuando este proceso se inició hace seis meses.
Monte Harrison tiene 22 años de edad y un caso similar a Brinson. Fue una estrella en tres deportes en la preparatoria y viene de su mejor temporada en el profesional, con 21 jonrones y 27 bases robadas en dos niveles de las granjas de los Cerveceros.
Si las cosas salen bien, Harrison y Brinson podrían jugar uno al lado de otros por muchos años en los jardines de los Marlins.
Es así como el futuro de los Marlins empieza a construirse. Brinson y Harrison fueron dos de los cuatro prospectos que el equipo adquirió el jueves cuando mandaron al patrullero Christian Yelich a los Cerveceros. Miami también recibió al prospecto y jugador de cuadro puertorriqueño Isan Díaz y al lanzador derecho Jordan Yamamoto.
¿Yelich? Uff. Esto tiene que dolerle a los fanáticos en el sur de Florida. Es un ganador del Guante de Oro de apenas 26 años firmado con un contrato muy favorable para el equipo por los próximos cuatro años, o quizás cinco si se ejerce la opción.
Los aficionados de los Marlins ya vieron salir a Giancarlo Stanton, el dominicano Marcell Ozuna y Dee Gordon vía cambio desde el final de la temporada pasada. Y ahora Yelich. Crean en el plan. Crean en el plan. Repitan conmigo: crean en el plan. Jeter está jugándose la credibilidad que se ganó en dos décadas para hacer esto de la forma correcta, hacerlo de una forma en que los Marlins no tengan que repetir lo mismo otra vez en el futuro.
Como dijo el presidente del departamento de béisbol de los Marlins, Michael Hill, "Derek Jeter no se metió en esto para fracasar". Y no lo hará. ¿No lo creen? Vayan y pregúntenle a los cientos de personas que han jugado con, dirigido o conocido a Jeter a lo largo de los años. En resumidas cuentas, es demasiado inteligente y competitivo.
Jeter observó al gerente general de los Yankees, Brian Cashman, armar una organización modelo durante sus 20 años vistiendo el uniforme a rayas, y sabe que lo más importante que puede hacer es contratar gente competente y darles la libertad y los recursos para que hagan su trabajo. Así comienza todo.
Por eso es que la contratación de Gary Denbo es tan importante. Es un ex evaluador de talento que dejó a los Yankees para unirse a Jeter con el título de vicepresidente de cazatalentos y desarrollo de jugadores. El trabajo de Denbo es evaluar promesas y reconstruir unas granjas que no eran lo suficientemente buenas para un equipo competitivo.
Los Marlins han adquirido a 25 prospectos desde mediados de la temporada pasada -algunos antes de la llegada de Jeter y Denbo- y han convertido a un sistema de ligas menores que estaba en el foso en uno de mitad de tabla.
Ahora, la clave es mantener el rumbo, aceptar los dolores del corto plazo mientras los jugadores jóvenes se van abriendo camino en las granjas y van sumando más piezas en el draft y con otros cambios.
Jeter entiende que los fanáticos de los Marlins han sufrido suficiente en el pasado como para no confiar en nadie. Eso está bien. Llegó al sur de Florida sabiendo que la credibilidad iba a tener que ganársela día a día.
Y estos son los días más duros. Decirle adiós a un jugador como Yelich es fuerte. Y si los seguidores de Miami se están preguntando por qué esta demolición del roster es distinta a las otras, pues es una pregunta justa.
Como dijimos, la credibilidad hay que ganársela. Pero Jeter ha acumulado suficiente en este juego durante las últimas dos décadas como para recibir la oportunidad de implementar su visión de lo que debería ser una organización exitosa.
Pero Jeter tiene que hacer esto él mismo. En este rol, una fanaticada con todo el derecho a mantener una postura cínica no le va a conceder nada. Este cambio de cuatro por uno parece el mejor de los que han hecho hasta ahora. Brinson, Díaz y Harrison fueron ubicados como los prospectos número 1, 6 y 14 de los Cerveceros en la última evaluación de MLB Pipeline.
Además, Brinson es el prospecto número 13 de todas las Grandes Ligas, y Díaz el 86.
Ha habido criticas sugiriendo que los Marlins no recibieron suficiente talento a cambio en los otros movimientos. Eso es ridículo, pues evaluar peloteros jóvenes es una de las cosas más difíciles de hacer en el béisbol.
Además, Denbo -como su mentor, el fallecido Gene Michael- tiene un excelente currículo desarrollando jugadores. Los Marlins creen que dentro de uno o dos años verán a estos jugadores como la fundación de un club posicionado nuevamente para volver a pelear por la Serie Mundial.
Los Marlins tendrán muchachos en su roster esta temporada, pero la emoción verdadera será cuando empiecen a arribar esos prospectos desde las menores.
Esta primavera es un inicio, con los fanáticos viendo a la próxima generación en uniforme por primera vez. Parece un momento adecuado para pasar la página.