Luego de que a sus 20 años Jackson Holliday se convirtiera el miembro en la historia de los Orioles/Carmelitas más joven en pegar un grand slam -- también lográndolo en su primer partido de MLB desde el 23 de abril -- su día no terminó ahí.

¿La siguiente misión? Conseguir la bola.

“Creo que un niño la tiene”, expresó Holliday después del partido, refiriéndose al primer jonrón de su carrera. “Entonces, espero que la pueda intercambiar por algo”.

Afortunadamente, esa parte no fue tan difícil.

Después del partido, Holliday pudo encontrar al que se quedó con la bola, un niño de 5 años oriundo de Maryland llamado Wyatt, y su padre. Wyatt con mucho gusto le dio la pelota a Holliday y a cambio, Holliday le dio al joven un bate.

“Agradezco que no hayan tenido problemas con esto”, le dijo Holliday al padre y al hijo.

El padre respondió lo siguiente: “Si él alguna vez tiene la oportunidad, espero que también pueda conseguir la bola; simplemente mi deseo de papá”. Luego el padre miró a Wyatt y agregó: “Un día si tienes esa oportunidad, sería maravilloso”.

Wyatt sólo tenía una pregunta para Holliday después de agradecerle al novato por compartir tiempo con él: “¿Cómo se sintió el baño de Gatorade?”

“Frío”, contestó Holliday inmediatamente. “Bastante frío”.