Un hecho insólito entre Yankees y Medias Rojas de Boston
Un evento poco conocido en la rivalidad entre Yankees y Medias Rojas ocurrió un día como hoy en 1939 en el Fenway Park. Un juego que inicialmente fue declarado como forfeit, pero luego se terminó anulando, resultando en un empate a cinco carreras.
Era una jornada dominical donde, por aquel entonces, se jugaba doble juego. En el partido inicial, los Red Sox se llevaron la victoria por pizarra de 12-11. El segundo choque también fue cerrado y lleno de emociones. Boston golpeó primero y tomó el mando con un jonrón de dos carreras de un Ted Williams de solo 21 primaveras, pero los Bombarderos respondieron y así fue el ritmo del partido, yendo de un lado al otro.
El dilema comenzó en el llamado inning de la suerte, el séptimo, donde, con empate a cinco, el reloj se volvió un problema. Resulta que, en esa época, existía en Grandes Ligas un llamado "toque de queda", donde ningún juego podía realizarse después de las 6:30 p.m.
Ambos equipos vieron que ya quedaba poco para la hora de cierre y entonces, en el octavo capítulo, los Yankees tomaron ventaja de 7-5 y, por su parte, empezaron a acelerar el juego lo más posible, pero el dirigente de los Red Sox, el famoso Joe Cronin, intentó frenarlos para que no se terminara antes del "toque de queda".
Su primera orden fue tirarle mal al bateador Babe Dahlgren, de los Bombarderos, pero, ni cortos ni perezosos, los Yankees comenzaron a abanicar esos lanzamientos fuera de la zona, lo que llenó de ira a todo el equipo de Boston y a sus fanáticos, que llenaban las gradas de Fenway Park.
De inmediato, los aficionados comenzaron a lanzar objetos al campo, desde sus sombreros de copa, una moda casi obligada de la época, hasta los bastones y comida, en fin, un desastre. Este pandemonio no fue del agrado del árbitro principal, Cal Hubbard, quien decidió declarar el forfeit y automáticamente darle la victoria a los Yankees, ya que fue la fanaticada de Boston la que estaba creando el caos.
A raíz de este evento, el entonces presidente de la Liga Americana, Will Harridge, basado en que, según su conclusión, los peloteros Yankees empezaron el problema por tirarle a bolas malas, anuló la decisión y lo cambió a un empate 5-5 e incluso, por si fuera poco, les imputó multas a varios peloteros de los Bombarderos del Bronx.
Y como dicen que de lo malo siempre sale algo bueno, esto fue el inicio del fin para los llamados "toques de queda" en el béisbol los domingos, los cuales desaparecerían un tiempo después. ¿Qué sería de nosotros si no pudiéramos tener esas noches dominicales de verano viendo béisbol hoy en día? Entre tantas peleas, juegos increíbles, jonrones para dejar en el terreno y cambios controversiales, existe este hecho poco recordado de una rivalidad que hoy, 85 años después, sigue despertando pasiones y poniendo al borde de la silla a más de un fanático en el mundo de Las Mayores.