Un día como hoy, pero de 1923, el mundo de los Yankees de Nueva York cambiaría para siempre cuando se realizó la transferencia del interés de T.L. Huston, quien había sido copropietarios del equipo desde 1915, pero vendió su 50% por la cifra de US$1.5 millones al coronel Jacob Ruppert, para así convertirlo en dueño absoluto de la franquicia.

Para ese momento ya los Yankees habían ganado su primera Serie Mundial, pero lo mejor estaba por venir y Jacob Ruppert comenzaría su a escribir un legado que hoy lo convierte en uno de los mejores propietarios en la historia de las Grandes Ligas.

La relación de negocio entre Jacob Ruppert, quien había hecho su capital en el negocio de la cerveza y que además había fungido como congresista de los Estados Unidos y T.L. Huston vio su primera unión cuando juntos le compraron los Yankees a Bill Devery y Frank Farrell por $460,000 en 1915.

El equipo por aquel entonces no tenía el éxito que esperaban, pero la visión de Ruppert era convertirlos en una dinastía y nada más se terminó el proceso de compra, dio arranque la construcción del Yankee Stadium. La diferencia del coronel con Huston, es que Jacob se involucraba más en la parte del béisbol, y esto lo llevó a adquirir a Babe Ruth de los Medias Rojas de Boston en 1019, lo cual como ya sabemos, cambió el curso de la historia.

Lamentablemente, el coronel Ruppert falleció en 1939 y los Yankees fueron heredados por sus descendientes, los cuales luego venderían la franquicia a Larry MacPhail, Dan Topping y Del Webb en 1945 por $2.8 millones.

Para suerte del equipo, este grupo de dueños continuó invirtiendo y consiguiendo los mismos o más éxitos que los del propio Ruppert, llevando a los Bombarderos a dominar las décadas de 1940 y 1950.

Los Yankees cambiarían nuevamente de propietarios en 1964 cuando fueron vendidos a la cadena CBS por $11.2 millones, una suma muy significativa para la época, pero que al final demostró ser casi un “regalo”. Durante el nuevo mandato, el equipo del Bronx no tuvo los éxitos de las décadas anteriores y en el año 1973, se completaría la venta de la franquicia más ganadora de todos los deportes a un nuevo jefe: George Steinbrenner y un grupo de inversores por $10 millones.

“El Boss” Steinbrenner se volvió rápidamente en una de las caras del equipo. Su manera de manejar la franquicia, su amor por la ciudad y el no temblarle la mano para gastar lo que fuera con tal de ver al equipo campeón, fueron los factores que lo llevaron a retomar la gloria de años anteriores, ganando múltiples campeonatos en los 70’s y regresando a la hegemonía a finales de los años 90 y 2000.

Hasta la fecha, la familia Steinbrenner tiene control total del equipo, continuando el legado del “Boss” y cada vez aumentando el valor de esta franquicia, la cual es considerada de las más valiosas de todos los deportes profesionales del mundo.

Según múltiples reportes, se estimó en 2023, que los Yankees de Nueva York tienen un valor alrededor de los $7.1 mil millones, una gran diferencia de aquellos Bombarderos del Bronx que un día como hoy en 1923, el coronel Jacob Ruppert adquirió por 1.5 millones y que desde la fecha, han dejado escrito con tinta indeleble, una de las historias más hermosas, de cualquier equipo en la historia de los deportes.