ATLANTA – Si los Mets pueden sacar algo bueno de la derrota del martes 5-1 ante los Bravos, fue la imagen del puertorriqueño Francisco Lindor en el círculo de espera con dos outs en el noveno inning.

Durante la mayoría del compromiso en el Truist Park, Lindor se mantuvo preparado, haciendo swings en una jaula interior, para ver cómo respondía su cuerpo. Lindor no ha sido regular con los Mets desde el 13 de septiembre, cuando se lesionó la espalda en un compromiso en Filadelfia, y no ha participado en ningún partido desde el 15 de este mes.

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En los últimos días, ha comenzado a describir su lesión con más detalles. El boricua reveló recientemente que se sometió a una inyección en la articulación facetaria como parte de su tratamiento.

Sin embargo, ha sentido cada vez menos molestias con el paso de los días. Para la novena entrada del martes, Lindor se sintió lo suficientemente bien como para pedirle al manager venezolano Carlos Mendoza un turno al bate. Mendoza confirmó luego del encuentro, que si el turno de Tyrone Taylor hubiera llegado en el orden, Lindor habría entrado como bateador emergente, lo que habría marcado su primera aparición en nueve días.

Si nada empeora, Lindor "está en juego" para regresar a la alineación titular el miércoles, agregó Mendoza.

Los Mets aún no saben exactamente qué está causando el dolor de espalda de Lindor, sólo que ha sido lo suficientemente severo como para impedirle jugar. Inicialmente, los trainers del equipo diagnosticaron a Lindor con espasmos, producto de una jugada incómoda alrededor de la segunda base el 13 de septiembre. Una resonancia magnética y una tomografía computarizada posteriores no revelaron daño estructural, pero el dolor continuo en el área llevó a Lindor a quedarse en Nueva York y someterse a una gammagrafía ósea durante el día libre del equipo el lunes. Eso tampoco mostró nada anormal, lo que refuerza la idea de que es un problema de tolerancia al dolor para Lindor.

Mientras se sienta lo suficientemente bien para jugar, podrá hacerlo.

“La resonancia no mostró daño estructural. Es sólo dolor”, dijo Lindor. “Así que decidimos revisar los huesos, y no hay daño en ellos. Así que para mí, es sólo dolor. Tengo que encontrar la manera de dejarlo ir”.