SCOTTSDALE, Arizona – Durante el fin de semana recién concluido, a Ezequiel Tovar se le vio conversando en el clubhouse con sus compatriotas venezolanos Jhoulys Chacín y Elías Díaz, mientras los Rockies se preparaban para un partido de la Liga del Cactus.

Tovar, de 20 años, pretende consolidar su condición de torpedero del futuro de Colorado y ahora, en sus primeros entrenamientos de Grandes Ligas, ha sabido buscar los consejos y las orientaciones de los veteranos presentes. En el terreno de juego, el joven maracayero no ha decepcionado, exhibiendo su ya conocida defensa y un bate que ha sido una grata sorpresa—con todo y que se trate de juegos de pretemporada.

“Al principio, llegué un poquito nervioso”, dijo Tovar sobre su participación en sus primeros entrenamientos con el equipo grande de los Rockies. “Luego, me fui adaptando al ambiente con mis compañeros. En lo que va del Spring Training, me he sentido bien cómodo y gracias a Dios, han salido los resultados”.

Recién subido al puesto número 6 entre los mejores prospectos de Colorado en la lista de MLB Pipeline, Tovar causó un impacto inmediato en la Liga del Cactus este mes, conectando nueve hits—incluyendo tres jonrones y un doble—en sus primeros 15 turnos al bate. Aunque fue reasignado al campamento de liga menor durante el fin de semana, el paracorto siguió luciéndose en el partido entre los Rockies y los Rojos el domingo, con una bonita atrapada a la defensa y un doble productor al bate. Llegó al lunes con 11 hits en 20 turnos (.550), esos tres cuadrangulares, siete empujadas y dos bases robadas. Todo el mundo sabe que los números de pretemporada no llevan tanto peso a largo plazo, pero esa actuación ha llamado la atención de la directiva de los Rockies, que firmaron al campocorto en agosto del 2017.

“Está haciendo un gran trabajo”, dijo acerca de Tovar el manager de los Rockies, Bud Black, la semana pasada. “Está jugando suelto, con confianza. Es bueno ver eso. Es un mayor escenario, aunque sea Spring Training. Y él está dando la cara”.

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“Confianza” ha sido un tema crucial para Tovar, cuya explosión al bate en sus primeras participaciones de la pretemporada lo han ayudado a sentirse cada vez más cómodo en el ambiente de Grandes Ligas.

“Bastante”, dijo Tovar al respecto. “Al principio, estaba un poco nervioso, primer Spring Training, tantas estrellas al lado de mí. Pero me fui adaptando y dije, ‘Cónchale, si yo también puedo hacer el trabajo’. Uno (agarra) más confianza, (agarra) el ritmo y prácticamente me siento ready”.

Para el 2022, los Rockies firmaron al veterano cubano José Iglesias, uno de los mejores paracortos defensivos de las Mayores. De hecho, Tovar ha aprovechado el tiempo en el campamento del equipo grande para recibir orientaciones de Iglesias acerca de la defensa—ya un punto fuerte de la promesa venezolana, como lo indica su calificación de 70 (en la escala de los scouts del 20 al 80) con el guante.

“Es una buena persona, dándome consejos, ayudándome”, expresó Tovar acerca de Iglesias. “Me ayuda bastante eso, compartir con veteranos y hacer prácticas con él.

“Los pequeños detalles fue lo que yo observé de él. Siempre está atento a los pequeños detalles. Eso fue lo que nos dijo cuando se reunió con nosotros, que los pequeños detalles marcan la diferencia”.

Agregando musculatura para cada temporada desde que fue firmado a los 16 años, Tovar bateó .287/.322/475 (OPS de .796) con 30 dobles, 15 jonrones y 24 bases robadas en 469 visitas al plato en el 2021 entre Clase-A Fresno y Clase-A Alta Spokane en el 2021. Luego, no le fue tan bien en la Liga Otoñal de Arizona (.161/.219/.287 en 25 partidos). Pero en el 2022, ha retomado el ritmo al bate en la Liga del Cactus, preparándose para empezar probablemente en Doble-A Hartford la venidera temporada de liga menor.

“No me cambiado. Me he mantenido agresivo en todo momento y creo que ésa es la clave”, dijo Tovar, quien curiosamente se crio en Maracay bien cerca de otro integrante de los Rockies, el jardinero Yonathan Daza, a quien apenas conoció después de que ambos fueron firmados como prospectos de Colorado. “Nunca he cambiado mi manera de jugar y creo que eso es lo que me ha ayudado a mí”.

En cuanto a Grandes Ligas en campaña regular, una meta realista podría ser subido en septiembre de este año y aspirar a causar un impacto en los entrenamientos del 2023, con miras a un puesto en el roster para esa temporada.

“Trataré de controlar lo que yo puedo controlar”, manifestó Tovar al tocar el tema. “A hacer mi trabajo y que sea lo que Dios quiera”.