Shohei Ohtani ha mejorado en este aspecto
Podría parecer imposible decir que dentro de lo que fue una de las temporadas más publicitadas y documentadas de jugador alguno en la historia reciente del béisbol, hubo algo que Shohei Ohtani hizo el año pasado que quizás no notaron, una faceta de su juego en la que fue mejorando con el paso de los meses.
Pero sí, hubo algo. Lo vimos en la recta final de la campaña 2021. Lo vimos en su tremenda apertura del Día Inaugural. Lo veremos, nos imaginamos, cuando abra en Texas esta noche a las 8 p.m. ET, que además será el Juego Gratis del Día de MLB.TV.
Es que Ohtani, el lanzador, dejó de dar bases por bolas. Básicamente, no le está regalando boletos a nadie. Tan sencillo como eso. Era algo en lo que no era bueno, pero arregló el problema y ahora es una fortaleza de su juego. Simple de explicar, aunque bastante más complicado de lograr.
Algunas veces, es tan sencillo como presentar las estadísticas y afortunadamente para nosotros, Ohtani ha hecho exactamente 24 aperturas desde que comenzó la temporada del 2021. Las dividimos por la mitad, ponemos un mínimo de 30 innings lanzados en cada periodo, y…
Primeras 12 aperturas de 2021-2022
4 de abril del 2021 al 30 de junio del 2021
– Tasa de bases por bolas del 14% (22da peor entre 280 pitchers)
Más recientes 12 aperturas de 2021-2022
6 de julio del 2021 al 7 de abril del 2022
– Tasa de bases por bolas del 3% (6ta mejor entre 304 lanzadores)
No se trata de un error de mecanografía. En esas primeras 12 salidas, dio 35 boletos en 60 entradas. En las 12 más recientes, ha dado 10 pasaportes en 75 episodios. O para ponerlo de otra manera: El año pasado, tuvo dos juegos (el 20 de abril contra Texas y el 5 de mayo vs. Tampa Bay) en los que boleó a seis rivales en un solo encuentro. Ha dado un total de 10 transferencias en sus últimas 12 presentaciones.
Lo que ha pasado aquí es que Ohtani pasó de ser uno de los peores serpentineros a la hora de evitar las bases por bolas a uno de los mejores. En ese mismo orden de idea, el porcentaje de embasarse de sus rivales pasó de .322 a apenas .254.
Para los que aprenden más con imágenes, la mejoría lució así:
Sobra decir que hay un montón de beneficios aquí, más allá de simplemente “no dar bases por bolas”. Por un lado, simplemente significa más Ohtani, porque le permite ir más lejos en los partidos. En esas 12 primeras salidas, hasta junio, promedió cinco capítulos por apertura, 60 entradas en una docena de presentaciones. ¿En las próximas 12? Subió ese promedio a 6.2 innings por juego.
Pero: ¿Por qué? ¿Qué cambió? Por un lado, el control generalmente es considerado lo último que recupera un lanzador luego de una cirugía Tommy John, y Ohtani lanzó apenas 1.1 episodio en el 2020 luego de someterse al procedimiento antes de la campaña del 2019.
Uno podría pensar que empezó a hacer más pitcheos en la zona. Más strikes, menos bolas, menos boletos. Fácil, ¿cierto? No exactamente. Si realizó más pitcheos en la zona, no fue algo que podía notarse a la vista.
Las primeras 12 aperturas45% de envíos en la zona
Las 12 aperturas siguientes46% de envíos en la zona
En vez de eso, simplemente tomó los pitcheos a los que los bateadores no podían evitar tirarles – la recta cortada y el slider – y comenzó a tirarlos con más frecuencia y más temprano en la cuenta. Miren lo que ha pasado con el primer pitcheo.
Si bien ese gráfico muestra el 2021, la tendencia ha continuado en el 2022. En su primera apertura de la campaña, abrió más turnos con curvas que en cualquiera del resto de las aperturas de su carrera, salvo una.
Ahora veamos lo que pasó, contra todos sus lanzamientos.
Las primeras 12 aperturas
Tasa de swings del 44%
Tasa de swings a bolas del 25%
Las siguientes 12 aperturas
Tasa de swings del 51%
Tasa de swings a bolas del 34%
Eso es lo más importante aquí. Puede que empezase a poner la bola donde quería con más frecuencia a medida que se fue alejando de la cirugía Tommy John. Pero más que nada, es que empezó a hacer diferentes pitcheos en diferentes conteos, tentando a los bateadores a que hicieran swing temprano en la cuenta.
También hay que acotar que eso ha llevado a menos ponches. No es que ponchar al 28% de los bateadores que has enfrentado-- como ha hecho Ohtani en estas 12 salidas más recientes--sea un mal número. En lo absoluto. Pero no está a nivel del 32% que tuvo en la primera docena.
Claro que es un intercambio que cualquiera estaría dispuesto a hacer. El Ohtani que estamos viendo ahora es una versión élite en algo nuevo para él, no dar bases por bolas. (Incluso el boleto que dio en el Día Inaugural fue en un enfrentamiento en el que se puso adelante 0-2 y lució seguro de que había tirado el tercer strike con el siguiente envío)
Esto ha hecho de Ohtani más que ese fenómeno capaz de ser un lanzador por encima del promedio y a la vez una estrella con el madero. Desde el 1ro de julio del año pasado, un solo abridor ha sido más eficaz a la hora de evitar que los rivales se le embasen. Se llama Max Scherzer, un seguro miembro del Salón de la Fama. Era difícil pensar en que Ohtani sería capaz de encontrar la forma de mejorar. Sin hacer mucho ruido, lo ha conseguido. Nadie llega a primera gratis, no contra Ohtani. Se acabó eso.