NUEVA YORK – Sin duda, los Dodgers se ven aliviados de seguir contando con Shohei Ohtani en la Serie Mundial contra los Yankees, después de que la superestrella japonesa sufriera una subluxación del hombro izquierdo el sábado en el Juego 2 del Clásico de Otoño al deslizarse en segunda como parte de un intento de robo en la octava entrada.

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Ohtani estuvo en la alineación, de costumbre, como bateador designado y primero en el orden ofensivo de Los Ángeles el lunes para el Juego 3 en Nueva York. Aparte de las limitaciones físicas que podrían verse con Ohtani, adolorido aún del dislocamiento parcial del hombro, afirma el manager Dave Roberts que el astro no tendrá luz verde para robar bases.

Al fin y al cabo, fue el deslizamiento de Ohtani, con todo el peso sobre el hombro, que causó la lesión. Las estafas son un arma importante en el juego de Ohtani, quien este año se convirtió en el primer jugador en la historia de Grandes Ligas con por lo menos 50 jonrones (54) y 50 bases robadas (59) en una sola campaña.

“No creo que (vaya a estar) corriendo (para robar bases)”, dijo Roberts, piloto de los Dodgers.

Cuando se lesionó Ohtani el sábado en el octavo episodio, los Dodgers iban ganando 4-1 en el partido, siempre con la posibilidad de que los Yankees regresaran en el noveno. De hecho, Nueva York anotó una carrera en la novena entrada y dejó las bases llenas, dándole un fuerte susto a Los Ángeles.

“Aún estás jugando béisbol”, dijo Roberts, justificando la decisión de Ohtani de irse al robo y tratar de ampliar la ventaja de los Dodgers en ese momento. “La mayoría de sus bases robadas se convirtió en carreras anotadas. Y en esta instancia en particular, me gustó el intento con dos outs. Si hubiese sido un juego 8-1, probablemente no hubiera salido al robo. Pero en este contexto, aún tienes que jugar béisbol”.