Harper reacciona al altercado ante Uceta y los Rays: “Esto no es un juego”
FILADELFIA -- Las tensiones estallaron al final del juego entre los Rays y los Filis el martes por la noche, cuando ambas bancas se vaciaron después de que Nick Castellanos recibiera un bolazo en la octava entrada. El lanzador de Tampa Bay, el dominicano Edwin Uceta -- quien golpeó a Castellanos en la espalda -- fue expulsado del juego.
Castellanos dijo que tuvo una “sensación abrumadora de que estaba a punto de recibir un pelotazo”. Entonces, cuando se paró en el plato, decidió no hacer swing. Quería ver si el lanzamiento iba a estar cerca de la zona.
Sus instintos fueron correctos. Castellanos recibió un recta de 96.2 millas por hora en la cadera izquierda, lo que provocó que las bancas y los bullpens se vaciaran. Fue uno de los lanzamientos más rápidos de la carrera de Uceta, y el primer bateador que ha golpeado esta temporada.
“No fue a propósito”, expresó Uceta.
Sin embargo, el manager de los Rays, Kevin Cash, comentó que Uceta “probablemente perdió un poco su compostura”.
Uceta le había concedido un jonrón a Trea Turner, su segundo de la jornada, que amplió la ventaja de Filadelfia. Y después de permitirle un doblete a Bryce Harper en el siguiente turno al bate, el quisqueyano le dio el bolazo a Castellanos. Esto provocó la ira inmediata del veterano, quien señaló al pitcher mientras el umpire se interponía entre ellos.
La situación escaló cuando Harper empezó a discutir con Uceta. Ambas bancas y bullpens se vaciaron y, después de que volviera rápidamente la calma, los umpires se reunieron y decidieron expulsar a Uceta.
Harper gritó varias veces para intentar llamar la atención del monticular. Alcanzó la lomita antes de que un par de jugadores del cuadro de los Rays lo interceptaran. Uceta, quien fue expulsado más tarde, nunca se volvió a mirar a Harper.
“No quiero ser un perdedor y quedarme atrás”, dijo Harper. “Si él se iba a dar vuelta, pues está bien, vamos. Pero él nunca se dio vuelta, así que no quería. Diré perdedor. No quería ser un perdedor. Hay otra palabra que quisiera usar, pero no lo haré. Pero no quería ser un perdedor y quedarme atrás de él. Eso no habría sido lo correcto”.
Para ese momento, los bancos y los bullpens ya estaban completamente vacíos. No se lanzaron golpes, pero podría haber sanciones monetarias.
“Mira, esto no es un juego, hombre,” continuó Harper. “No debería ser así. Los monticulares lanzan demasiado fuerte hoy en día. ¿Te enojas porque alguien te conecta un jonrón o porque se te va la ventaja, sales del juego? Mira, ¿qué vas a hacer? La situación realmente me encendió. Me molestó. No es algo que deberías aceptar en las Grandes Ligas”.