“Se pasó de la raya”. Se enciende rivalidad entre Azulejos y Orioles
BALTIMORE – Bueno, se prometió caos.
Tal vez sea eso lo que resulte de esta carrera por el Comodín de la Liga Americana, que escribió un nuevo capítulo el martes en el Camden Yards. Luego de tres de cuatro juegos de la serie ante los Orioles, las cosas han estado tan tensas como esperaban los Azulejos.
Luego de barrer la doble cartelera del lunes, los Azulejos vieron detenida una racha de cinco triunfos al caer por 9-6 ante los Orioles el martes, en un encuentro en el que las tensiones estuvieron por todo lo alto, con las bancas de ambos equipos vaciándose en un momento determinado.
Al calmarse todo, la ventaja de los Azulejos sobre los Orioles en la puja por el último Comodín se vio disminuída a 3.5 juegos. Además, Toronto también se vio alejado un partido adicional de Tampa Bay y Seattle – ambos ganaron el martes y continúan empatados en el primer lugar de los Comodines.
“¿Quieres llamarla una rivalidad? Sí, claro”, dijo el manager interino de los Azulejos, John Schneider, quien fue expulsado en el séptimo tramo del choque del martes. “Estamos todos jugando por algo ahora”.
Esto fue lo que pasó, según la perspectiva de Toronto:
Con los Azulejos abajo 6-4 y con corredores en las esquinas en la séptima, el relevista de los Orioles, Bryan Baker, obligó una doble matanza ante el dominicano Teóscar Hernández, con la que Toronto descontó una carrera. Baker ponchó a Matt Chapman para terminar el inning y fijó su mirada en la banca de sus rivales, reacción que disgustó a los Azuejos – Baker debutó el año pasado con el equipo canadiense, antes de ser reclamado en waivers por los Orioles.
“Cuando estaba aquí, todo estuvo bien, pero supongo que tiene algo en mente”, dijo Hernández. “Supongo que está molesto porque ayer le di un jonrón. Cada vez que pitcha ante nosotros, quiere hacer un show.
Después de que ponchó a Chapman me me hizo seña y dijo que yo estaba hablando mucho”.
A lo que Baker respondió: “Creo que a estas alturas, todos conocen mis emociones y lo intenso que soy allí afuera. No fue nada en contra de su equipo. Sólo les estaba dejando saber que yo sé que estaba hablando”.
“Pero yo no estaba diciendo nada”, afirmó Hernández. “Pero comenzó a caminar y yo reaccioné”.
Ambas bancas se vaciaron de inmediato. No se lanzaron golpes, pero Hernández tuvo que ser retenido físicamente por jugadores de ambos equipos. Necesitó cambiarse la camiseta luego, porque sus botones se rompieron en el altercado.
“Creo que si miras un dugout, estás buscando problemas”, dijo el quisqueyano Vladimir Guerrero Jr. “Puedes disfrutar el momento – eso lo entendemos. Ponchas a alguien, puedes celebrar. Pero cuando fijas tu mirada en una persona, es irrespetuoso. ¿Te crees un superhéroe o algo? En fin. Pero sí, se pasó de la raya”.
Con ambos equipos luchando por la postemporada, es la primera vez que estos dos conjuntos chocan con algo en juego desde mediados de la década pasada. La intensidad va a estar presente.
“Cuando estás en una lucha como ésta, pasan cosas así”, dijo Guerrero. “Es el calor del momento”.