El primer jonrón del lunes de Kyle Schwarber en el partido entre los Nacionales y los Mets tuvo una velocidad de salida de 110.2 millas por hora y una distancia de 439 pies. Fue su undécimo cuadrangular abriendo un juego de por vida y su sexto de esa índola en la presente temporada.

En la quinta entrada, Schwarber la sacó una vez más, un batazo de 105.8 mph y 409 pies. Ahora el toletero lleva 13 encuentros en su carrera de múltiples vuelacercas y cinco en el 2021.

“Intentamos todo”, dijo el manager de los Mets, el dominicano Luis Rojas, sobre la estrategia de Nueva York al lanzarle a Schwarber. “Le tiramos adentro, afuera, abajo, arriba. Hicimos pitcheos que rebotaron…el muchacho está bateando”.

La decisión del dirigente de los Nacionales, el boricua Dave Martínez, de subir a Schwarber al puesto de primer bate ha rendido dividendos, por decir poco. Los 15 jonrones de Schwarber en junio son la mayor cantidad para un mes en la historia de los Nacionales (desde que la franquicia se trasladó de Montreal a Washington en el 2005), superando la marca anterior de Bryce Harper de 13 en mayo del 2005.

“Ha sido bastante bueno”, dijo Martínez con una sonrisa al referirse al cambio en la alineación. “Vamos a seguir así”.

Con cada cuadrangular de Schwarber, hay sucesos históricos. Los 11 bambinazos del jardinero en sus últimos nueve partidos empatan por la mayor cantidad (Frank Howard, Senadores de Washington) en un trecho que remonta a 1901. Además, Schwarber se ha unido a Barry Bonds (2001) y al dominicano Sammy Sosa (1998) como los únicos jugadores que han disparado 15 jonrones en 17 juegos.

Aunque Schwarber notó que esos números (definitivamente son algo que uno quiere recordar), no quiere perderse demasiado pensando en estadísticas.

“Para ser honesto, quiero jugar ‘bruto’”, dijo Schwarber. “Ésa es la mejor forma de describirlo. Simplemente llegar al plato y tener mi turno. No recuerdo el anterior, sino que vivo en el presente. Creo que eso es lo más importante, salir y tener la memoria corta”.