Miguel Cabrera está al borde de hacer historia: El venezolano está a sólo un hit de llegar a la cifra mágica de 3,000 imparables en su ilustre carrera, hazaña que lo convertiría en apenas el 33er miembro de uno de los clubes más exclusivos del béisbol.

¿Más exclusivo aun? Sería apenas el séptimo pelotero en la historia de MLB en llegar a 500 jonrones y 3,000 hits. Parte de un grupo de jugadores que están entre los más grandes que jamás hayan pisado un estadio de Grandes Ligas.

Cuando se dé el momento, habrá ovaciones de pie, ceremonias sobre el terreno, y videos en la pantalla para recordar cuando Miggy dio su primer hit a los 20 años de edad como un Marlin de Florida. Uno de los más memorables de los 2,999 que le siguieron. Y después, quizás con un mayor significado, artículos del juego harán su camino a Cooperstown y cruzarán las puertas del sagrado Salón de la Fama de Grandes Ligas.

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¿Pero cómo se lleva a cabo exactamente esa última parte del proceso? ¿De qué manera el Salón de la Fama se prepara para este tipo de hazañas? ¿Cómo estos artefactos del juego son trasladados desde todos los rincones del mundo hasta este pequeño pueblo de menos de 2,000 habitantes ubicado al norte de Nueva York?

“De hecho, contamos con un grupo de conservadores y otros miembros del staff que se reúnen una vez al mes”, me dijo Erik Strohl, vicepresidente de Exhibiciones y Colecciones del Salón de la Fama de Grandes Ligas. “Nos reunimos justo antes del arranque de la temporada regular y comenzamos con la creación de esa lista. Analizamos qué clase de hazaña podría estar cerca de lograrse y otra clase de eventos especiales de los cuales queremos coleccionar artículos”.

“Sí, entonces ese documento es como la base sobre la que trabajamos hacia la temporada”, agregó Jon Shestakofsky, vicepresidente de comunicaciones y educación para el Salón de la Fama. “No sólo enlista los momentos y los hitos que estamos buscando durante la próxima campaña, pero también tratamos de llegar a una conclusión sobre qué tipo de artefactos estaríamos buscando coleccionar para cada uno de esos hitos”.

Si es un bateador o un lanzador el que logra la hazaña, se podría investigar la posibilidad de adquirir una gorra o un guante. Si se trata de un bateador, quizás se inclinen más por un bate o una bola o un casco. Un ejemplo de algo para lo que se prepararon antes de la temporada del 2021 fue la base robada de Tim Locastro que batió récord:

O el imparable número 2,000 del boricua Yadier Molina en el 2020:

Entonces, ¿cuáles son los planes para Cabrera en el 2022?

“Es interesante. Con Miguel Cabrera, empezó desde el año pasado cuando comenzamos a prepararnos para el jonrón 500”, dijo Shestakofsky.

“Sabiendo dónde estaba en otras listas, estábamos bien conscientes de que los 3,000 hits no estaría muy lejos. Entonces, venimos viendo eso en combinación. Ya recibimos el casco que usó al momento de dar jonrón 500 en septiembre, y eso dictó lo que estamos haciendo para la solicitud del hit 3,000”.

Como cualquier momento histórico planificado por adelantado, el equipo del Salón ya le ha hecho una solicitud a los Tigres y trabajará con Cabrera para adquirir algo del juego en el que conecte su hit 3,000. También quieren asegurarse de que sea algo distinto de lo que un jugador ya pueda tener en el Salón. 

Es relativamente fácil prepararse para el hit de Cabrera y otros hitos históricos antes de que empiece una temporada, pero a veces hay que reaccionar al momento, como cuando un jugador da cuatro jonrones en un juego o un lanzador tira un juego sin hit ni carrera. 

“Nunca se sabe lo que va a suceder en el béisbol en cierto día”, dijo Strohl. “Ha existido durante 125 años y aún se ven cosas que nunca se han visto antes. Hay que reaccionar en el momento”. 

“Hemos establecido relaciones con la liga y con los 30 clubes y eso nos permite asegurarnos de estar en la mejor posición posible para pedir”, me dijo Shestakofsky. “Sea que estemos preparándolo por adelantado por un hito que sabemos viene en camino … o algo que sucede a la 1 de la madrugada en el este. Tenemos que estar listos para reaccionar y comunicarnos con las personas indicadas para asegurarnos de que sepan que el Salón de la Fama está en busca de un artefacto que pueda ser un vínculo con la historia del juego y por siempre preservar esa historia aquí en Cooperstown”.

Otra ocasión en que los representantes del Salón de la Fama pueden juntar valiosos artículos de un partido es en los eventos Joya: Clásicos de Media Temporada, juegos en sedes especiales o durante la postemporada en octubre. Una impresionante historia es cómo el Salón adquirió el famoso collar de perlas de Joc Pederson después de que los Bravos conquistaron la Serie Mundial del 2021. Lo que se convirtió en una petición en broma durante la celebración del título en el clubhouse, al final se convirtió en realidad.

“Vimos a Joc y casualmente bromeé que, si no fueran perlas de verdad, se las hubiéramos pedido para donar al Salón de la Fama”, declaró Shestakofsky. “Simplemente porque eso personificó el espíritu de este equipo y se convirtió en una importante pieza visual en su recorrido de postemporada y la victoria en la Serie Mundial”.

El grupo comenzó a reírse y luego Pederson regresó para preguntar, “¿Me lo están pidiendo en serio?”

El joyero de Pederson consiguió otro collar y el jardinero envió el original a Cooperstown.

Strohl y Shestakofsky ni siquiera insinuaron lo que le iban a solicitar a Cabrera después de su hazaña. Es posible que sean los guantes para batear o la pelota. De cualquier manera, el artículo será transportado con mucho cuidado del terreno a la vitrina del museo.

“Tenemos un proceso de envío muy especial”, indicó Shestakofsky. “Eso asegura que el artefacto llegue intacto y en gran forma. El momento en que llega aquí es cuando se convierte de un artículo para jugar béisbol a una pieza que vivirá en una colección de museo por una eternidad”.

Si los recuerdos del imparable número 3,000 de Miguel son cuidados tan bien como las perlas de Joc, el mundo del béisbol no tiene nada que preocuparse.