HOUSTON -- Los Astros no sabían qué esperar del abridor Ronel Blanco el jueves por la noche, pero sabían lo que necesitaban. Convocaron al derecho de 29 años desde Triple-A y lo incorporaron a la rotación, dándole al equipo seis abridores en un tramo en el que están disputando 17 juegos consecutivos.

Lo que los Astros necesitaban era precisamente lo que Blanco les brindó en su primera apertura de Grandes Ligas. El dominicano limitó a los Angelinos a dos carreras y siete hits en 5.1 entradas, en las que ponchó a cinco bateadores y consiguió su primera victoria como ligamayorista en el triunfo de los Astros por 5-2 sobre los Angelinos en el Minute Maid Park.

De esa manera, los Astros mejoraron a 16-5 en sus últimos 21 partidos.

“Es un gran logro y una gran meta para mí, y obviamente los muchachos están contentos por mí”, dijo Blanco. “También es muy emocionante”.

Blanco, quien hizo su debut de Grandes Ligas el año pasado, ha sido relevista desde que estaba en Clase-A Baja en el 2018, con excepción de un par de aperturas en el 2019. Cuando Lance McCullers Jr. sufrió una lesión a principios de la primavera, el gerente general de los Astros, Dana Brown, decidió convertir a Blanco en abridor.

Blanco, quien firmó con los Astros en el 2016 a sus 22 años, tuvo promedio de carreras limpias de 3.51 con 115 ponches en 89.2 innings en Triple-A entre el 2021 y el 2022. Hizo el roster del equipo para el Día Inaugural como relevista largo, pero fue enviado a Sugar Land (Triple-A) el 2 de mayo para iniciar la transición a abridor. En Triple-A, tuvo marca de 2-0 con promedio de carreras limpias de 0.56 en cuatro presentaciones (dos aperturas), con 21 ponches en 16 episodios.

“Ésa fue una de las razones que bajé, para poder volver y pitchar en estas situaciones”, dijo Blanco. “Para mí, creo que la transición fue más mental que física. Obviamente, fue un reto para mí pero lo tomé con calma y creo que me va bien”.