Acuña Jr. trae un talento poco visto en las G.L.
Cuando era niño, al guardabosque venezolano de los Bravos, Ronald Acuña Jr., le dio fiebre después de que su madre no lo dejó participar en un torneo que se realizaba en Barquisimeto luego de que se metió en problemas en la escuela secundaria.
Algunos podrían deducir que el béisbol -- que Acuña califica como “el mejor deporte del mundo” -- es beneficioso para su salud.
Durante su infancia, Acuña admiraba a su compatriota y toletero de los Tigres, Miguel Cabrera. Ahora, a su joven edad, la superestrella en ascenso está acumulando números que lo colocan junto al futuro Salón de la Fama.
“Lo valoro bastante”, declaró Acuña. “Honestamente, es una de las cosas que más disfruto. Es algo que me motiva para trabajar fuerte y dar todo mi esfuerzo cada día”.
Tras ser ascendido al equipo de Atlanta el 25 de abril del 2018, Acuña causó un impacto inmediato que le ameritó el premio al Novato del Año de la Liga Nacional. En 111 juegos, pegó 26 jonrones y registró OPS+ de 143 para ayudar a los Bravos a clasificar para la postemporada por primera vez desde el 2013.
Entre sus varios hitos, Acuña se convirtió en el ligamayorista más joven en volarse la cerca cinco veces consecutivas. En la Serie Divisional contra los Dodgers, fue el jugador más joven en pegar un grand slam en la postemporada.
El inicialista del club de Atlanta, Freddie Freeman, sabe muy bien qué se siente jugar en la Gran Carpa a una joven edad. Hace casi una década, debutó con los Bravos a los 20 años cuando los rosters se expandieron en septiembre. Después de algo de experiencia en el 2010, Freeman terminó de segundo en las votaciones para Novato del Año en el 2011.
“Es un talento especial”, declaró Freeman sobre Acuña. “Pienso que será uno de esos talentos que marcará una generación y de que todos siempre hablarán. Tiene esas capacidades y hace todo como si fuera fácil. Me alegro de que esté en nuestro equipo, porque es muy divertido verlo jugar”.
Freeman, una de las piedras angulares de la franquicia con cuatro convocatorias al Juego de Estrellas y un Guante de Oro, puede poner en perspectiva lo impresionante que ha sido el inicio de la carrera de Acuña. Por eso fue fácil para los Bravos otorgarle a Acuña el mayor contrato (US$100 millones) para un jugador con menos de un año de servicio en las Grandes Ligas.
Otra excelente campaña de Acuña en el 2019 ha resultado en más elogios, junto a la oportunidad de participar en su primer Juego de Estrellas y Festival de Jonrones. También se está acercando a una temporada 30-30 y sería apenas el segundo jugador en la historia de la Gran Carpa en pegar al menos 30 bambinazos y robarse 30 bases en una temporada antes de cumplir los 22 años.
El otro en lograrlo es el constante candidato al premio al Jugador Más Valioso, Mike Trout. Acuña, quien cumple 22 años el 18 de diciembre, también tiene posibilidades de lograr la primera campaña 40-40 en las Grandes Ligas desde el 2006.
En las praderas, el oriundo de La Sabana ha impresionado de igual manera. En una victoria de los Bravos sobre los Mets el 13 de agosto, Acuña sacudió un bambinazo y luego retiró a un corredor en el plato con un tiro de 99.1 millas por hora -- el disparo más rápido de parte de un jugador de posición de los Bravos desde que se implementó Statcast en el 2015.
Pero posiblemente la mejor herramienta de Acuña -- su exuberancia sobre el terreno, normalmente vista junto a su buen amigo Ozzie Albies -- es contagiosa. El jardinero siempre ha estado destinado para los grandes escenarios.
“Les recomiendo a todos que observen cada turno, cada juego, porque ese muchacho siempre parece hacer algo especial a la defensa, corriendo las bases o en el plato”, expresó el dirigente de los Bravos, Brian Snitker. “Pienso que es similar a ver un juego de hockey sobre hielo. No quieres irte antes de que termine porque crees que te puedes perder lo único espectacular que sucederá esa noche. No me quitaría de mi asiento, porque podría perderme cualquier cosa que haga”.