¿Rivalidad? Nada de eso. Abunda el respeto entre D-backs y Filis
PHOENIX -- Es en la postemporada en donde suelen nacer las rivalidades. Cuando las emociones están a flor de piel y cada jugada cuenta, es cuando empiezan a surgir rencillas entre dos equipos que se enfrentan varias veces en juegos de mucha importancia en un período corto de tiempo.
Es el escenario más alto del béisbol. Allí es donde ocurren jugadas y momentos que son recordados por generaciones. Así nacen las rivalidades.
Ese ha sido el caso, por ejemplo, con el duelo de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, con dos equipos como Rangers y Astros que han dejado claro el nivel de competitividad que hay entre ambas partes. Pero el ambiente que rodea al duelo de la Liga Nacional es diferente.
Por muy cerrada que haya sido la serie hasta ahora, el nivel de respeto que hay entre ambas escuadras es digno de resaltar. Ni cuando los Filis ganaron el Juego 2 con un marcador de 10-0, ni cuando los D-backs remontaron el Juego 4 para igualar la serie a dos triunfos por lado, una novena ha mostrado algún signo de incomodidad con su rival. Todo lo contrario, incluso en esos momentos, el nivel de admiración por el otro se ha incrementado.
“Los Filis son un tremendo equipo. No son fáciles de enfrentar, del primero al último en el orden”, expresó el manager de Arizona, Torey Lovullo, cuando se le preguntó sobre las comparaciones entre las ideologías de ambos conjuntos. “Nosotros queremos ir más allá del jonrón. Ellos también pueden hacerlo, pero nosotros nos enfocamos en hacer jugadas inteligentes, ganando los detalles”.
Ese cuidado con el que Lovullo maneja sus palabras, para dejar claro las diferencias y preferencias en las estrategias de cada equipo, exaltan ese sentido de respeto, aun cuando quiere buscar expresar el porqué prefiere desplegar el estilo de los D-backs.
Schwarber no ha dejado de tronar durante toda la serie. Ante el primer pitcheo que vio ante los D-backs, Schwarber conectó jonrón ante Zac Gallen, quien abrió el primer encuentro de la SCLN en el Citizens Bank Park por Arizona, y que terminó ganando el equipo de casa 5-3.
Pero incluso tras haberlo descifrado, esto dijo el cañonero de los Filis sobre el as de los D-backs, quien regresó a la lomita de Arizona el sábado:
“Es una batalla ante un lanzador que confía en sus pitcheos”, mencionó. “Es difícil llevarle el ritmo de pensamiento a un chico que cuenta con un arsenal de puros lanzamientos por encima del promedio, que además tiene confianza en ellos. Hay que ir haciendo los ajustes, porque ha tenido un año fenomenal”.
El venezolano Gabriel Moreno conectó el hit de la victoria el viernes, ante el apagafuegos preferido de los Filis, el también venezolano José Alvarado. Pero, nuevamente, al hablar de su estrategia, el receptor de los D-backs primero halagó a su rival.
“Sabía que Alvarado tiraba duro”, dijo. “Sabemos que lanza bien, pero yo tenía mi plan y pude ejecutarlo”.
Un caso similar ocurrió con Alek Thomas, quien conectó un jonrón de dos carreras para igualar el Juego 4 en el octavo ante Craig Kimbrel. Pero eso no evitó que exaltara el perfil del monticular que acababa de castigar.
“Es uno de los mejores cerradores del deporte, un chico del Salón de la Fama”, señaló Thomas. “Se sintió bien poder hacerlo ante alguien como él en este escenario tan grande. Sencillamente es increíble”.
Ahora, la serie va rumbo a definirse en el Citizens Bank Park, en donde se disputará el Juego 6 el lunes y, de ser necesario, el séptimo compromiso el martes. Pero aunque esta ha sido hasta ahora una batalla cerrada, no traten de ver más allá de un sólido duelo entre dos sólidos equipos de béisbol.
“Son difíciles. Lo dije desde el inicio de la serie, son un buen equipo”, señaló el manager de los Filis, Rob Thomson. “Pueden hacer muchas cosas diferentes y te ponen mucha presión”.