Rays optimistas con el despertar de Arozarena: “Es el Randy que conocemos”
ST. PETERSBURG – El cubano Randy Arozarena está empezando a lucir su acostumbrada forma.
El estelar patrullero de los Rays pegó jonrón por tercera ocasión en cinco juegos el martes por la noche, con un bambinazo de dos carreras por el jardín izquierdo en el triunfo de Tampa Bay por 5-1 sobre los Medias Blancas en el Tropicana Field.
Luego de un complicado inicio de campaña, en el que el equipo llegó a verse con cuatro partidos por debajo de .500, el cubano ha sido parte de la buena racha de los Rays que parece también estar vinculada con los uniformes especiales de City Connect, con los que tienen cinco triunfos consecutivos, la cadena más larga para el club desde que sumaron siete entre el 3 y 9 de junio pasado. Ahora están por encima de .500, con 19-18, por primera vez desde que tuvieron 12-11 a partir del 21 de abril.
“Parece que es el Randy que todos conocemos”, expresó el antesalista mexicano de Tampa Bay, Isaac Paredes, quien aportó su octavo cuadrangular del año el martes. “Parece que está tomando su ritmo”.
Arozarena está de acuerdo de cierta manera. Dijo que se siente “un poco más” como el cañonero que ha producido resultados consistentes en las últimas tres campañas. Entonces, ¿qué falta?
“Cuando dé dos hits en un juego”, señaló el oriundo de La Habana. “Ahí es cuando me sentiré mejor”.
Es comprensible, teniendo en cuenta que han pasado 33 partidos – el tramo más largo de su carrera – desde que Arozarena dio al menos dos imparables en juegos consecutivos, entre el 29 y 30 de marzo. Pero, ¿y qué con los cuadrangulares que ha dado en los encuentros más recientes?
“Simplemente es un hit”, dijo Arozarena, con una sonrisa. “Sigo necesitando dar un par de ellos”.
Pero Arozarena parece estar avanzando en la dirección correcta, y el turno de nueve pitcheos que tuvo ante el abridor de los Medias Blancas, Michael Soroka, el martes es una prueba de ello. Dicho duelo terminó con el cañonero conectando un slider que dio a parar a 363 pies del plato por la pradera derecha.
“Creo que estamos viendo a alguien que empieza a sentirse bien”, indicó el manager de los Rays, Kevin Cash. “Cuando Randy está bien, suele hacer esto ante ese tipo de lanzamientos”.
Eso fue quizás lo más extraño del momento en el que estaba Arozarena en abril: Lo estaban pasando con pitcheos dentro de la zona, sin él poder darle a la bola como tiene acostumbrado, perdiendo a la vez su disciplina en el plato.
“Estaba enfocado realmente en poder confiar en mis manos”, dijo Arozarena sobre el turno ante Soroka. “Con la cuenta en 3-2, me tiró ese pitcheo rompiente que estaba esperando”.