Arozarena no atrapó la bola, pero un fan mexicano lo capturó a él
SAN FRANCISCO – El cubano Randy Arozarena no hace nada a medias. Está dispuesto a sacrificar su cuerpo para intentar atrapar cualquier batazo, tal y como lo demostró en el quinto episodio de la derrota de sus Rays por 7-0 el martes ante los Gigantes en el Oracle Park.
Cuando el jardinero derecho de los Gigantes, Michael Conforto, conectó un elevado de foul por la raya del bosque izquierdo, Arozarena salió con todo en busca del batazo, pero no pudo frenar cuando alcanzó la pared. El oriundo de La Habana volteó su guante en un último recurso para hacer el out, mientras caía hacia las gradas. Y aunque fracasó en el intento, el esfuerzo de Arozarena fue aplaudido por sus compañeros.
"Fue una jugada difícil, pero pensé que él podía hacerla”, expresó su compañero de los jardines, el dominicano José Sirí. "Decidió hacer la jugada, y eso es lo que me gusta de cómo juega. Decide rápido y va por ella”.
Pero como por cosas del destino, cuando Arozarena tropezó con la pared, cayó justo frente a un aficionado que tenía la gorra del Equipo de México en el Clásico Mundial de Béisbol y la bandera mexicana.
Arozarena fue la estrella de un equipo mexicano que llegó hasta las semifinales del Clásico del 2023, en el que fueron eliminados ante los eventuales campeones de Japón.
Luego de quedarse a centímetros de otra impresionante jugada el martes, Arozarena se incorporó rápidamente al terreno con la ayuda de los fans que estaban a su alrededor, y le indicó con su pulgar en alto a su equipo que todo estaba bien.
“Qué bueno que no se lastimó”, expresó el manager de los Rays, Kevin Cash. “Nos asustamos un poco. Creo que la malla que está por ahí lo ayudó”.
Con el siguiente bateador, Arozarena corrió en la misma dirección para retirar al receptor novato de los Gigantes, Patrick Bailey, capturando un elevado de rutina. El cañonero hizo una pausa para sonreírles a los aficionados que le habían ayudado a levantarse antes de regresar la bola.