¿Quiénes descartaron a L.A. este año? Muchos, pero no tanto ahora
LOS ÁNGELES – Cuando un equipo deja ir nombres como Trea Turner, Justin Turner, Cody Bellinger y Tyler Anderson—ni hablar de ver ausentarse de su rotación abridora a figuras como Tony Gonsolin, Dusty May y el mexicano Julio César Urías—la expectativa es que retroceda algo en las posiciones.
En el caso de los Dodgers, todo eso sucedió… pero Los Ángeles siguió el ritmo, registrando su tercera campaña seguida con 100 victorias o más (ganaron justo 100 en el 2023) y su cuarta temporada completa en forma consecutiva con un centenar de triunfos. Eso, combinado con todo lo que se hablaba del talento de los Padres—que al final decepcionaron en grande—hizo que esta edición de los Dodgers haya sido, posiblemente, la más impresionante de todas en los últimos 11 años.
“Pasar por una temporada con todo lo que pasamos y aun salir con 100 victorias es admirable y hay mucha gente que recibe el crédito de eso”, dijo el dirigente de Los Ángeles, Dave Roberts, después del último juego de la campaña regular en San Francisco. “Ver dónde estamos y la posición en que estamos habla bien de ese grupo”.
Ese grupo incluye, por supuesto, el 1-2 en la alineación de Mookie Betts y Freddie Freeman, tal vez el dúo más dominante como primero y segundo bates en la historia de Grandes Ligas. También incluye la quinta mejor efectividad colectiva de la Liga Nacional (4.06) y el segundo mejor relevo del circuito (3.42, incluyendo 2.23 en la segunda mitad), encabezado por Evan Phillips, el venezolano Brusdar Graterol, Ryan Yarbrough, Shelby Miller y Ryan Brasier.
El bullpen tendrá que seguir dando la cara, ya que la rotación abridora no luce nada profunda con el veterano Clayton Kershaw—siempre una interrogante en octubre, y más ahora a sus 35 años (aunque sí tuvo otra gran temporada regular, con EFE+ de 177, 20 puntos por encima de su cifra de por vida y 77 por encima del promedio de MLB en el 2023). Después de Kershaw y el prometedor novato Bobby Miller (11-4, 3.76, EFE+ de 116), la tercera opción de Roberts en la rotación sería Lance Lynn, una gran interrogante cada vez que se sube al montículo.
En cuanto a la ofensiva se refiere más allá de Betts y Freeman, las adiciones de J.D. Martínez, Jason Heyward y el venezolano David Peralta funcionaron de maravilla, sobre todo con Martínez siendo uno de cuatro bateadores de los Dodgers que empujaron 100 carreras o más este año.
Entonces, con todo y la ida de los dos Turner, Bellinger y la lesión de Gavin Lux durante la primavera, Los Ángeles supo mover las piezas para terminar segundo en carreras anotadas en Grandes Ligas (detrás de Atlanta) y ganar su décimo título del Oeste de la Liga Nacional en los últimos 11 años, cuando mucha gente esperaba que San Diego se convirtiera en la nueva potencia de la división.
No fue así.
“Cuando las personas han estado en el béisbol por tanto tiempo, como en mi caso, saben que el béisbol se juega en el diamante, en el terreno”, dijo Freeman. “No se trata de lo que se vea en el papel ni de quién gaste más dinero. Ese ruido afuera es simplemente ruido afuera. Es fácil apagarlo y salir a jugar cuando sabes que eres un buen equipo”.
El oponente de los Dodgers en la Serie Divisional de la Liga Nacional desde este sábado serán los Diamondbacks, un equipo que Los Ángeles ha sabido dominar por completo desde hace años. Eso incluye la temporada regular del 2023, cuando los azules tuvieron marca de 8-5 frente a Arizona.
“Son un gran equipo”, dijo acerca de los Dodgers el jardinero estelar de los Diamondbacks, Corbin Carroll. “Pero hemos jugado contra ellos todo el año y sabemos quiénes son. No nos descartaría”.
“Descartar” a los Dodgers es lo que hizo mucha gente este año, teorizando que estaban “sacrificando” el 2023 y ahorrando dinero para firmar a Shohei Ohtani en la agencia libre de este invierno.
“Hemos enfrentado muchos altibajos y nos sobrepusimos a eso para llegar a 100 victorias”, dijo Freeman.
Ahora, los Dodgers quieren 11 más para coronarse por segunda vez en cuatro años.