Quedó demostrado que un “juego del bullpen” no es nada fácil
LOS ÁNGELES – Con solamente tres abridores tradicionales – Jack Flaherty, Walker Buehler y Yoshinobu Yamamoto – en su rotación para una serie al mejor de siete, lo que están tratando de hacer los Dodgers en la SCNL contra los Mets es bastante difícil.
Quedó demostrado eso en el Juego 2 el lunes en el Dodger Stadium, donde Ryan Brasier permitió una carrera en la primera entrada y Landon Knack concedió cinco más en una derrota por 7-3. Ahora la serie está empatada a una victoria por bando, con el Juego 3 programado para el miércoles en el Citi Field.
Por supuesto, el lunes se trató de otro “juego del bullpen” de Los Ángeles, algo que le funcionó a la perfección el miércoles pasado en el Juego 4 de su Serie Divisional contra los Padres. En esa ocasión, Brasier, Anthony Banda, Michael Kopech, Alex Vesia, Evan Phillips, Daniel Hudson, Blake Treinen y Knack se combinaron para blanquear a los Padres.
Pero en el segundo choque de esta ronda frente a los Mets, faltaban Vesia (lesión) y Hudson (cansancio tras lanzar en el Juego 1 contra Nueva York).
“Creo que hoy fue diferente, porque no contábamos con Vesia”, dijo Roberts acerca del zurdo, quien tuvo efectividad de 1.76 en la campaña regular y era pieza clave del relevo para esta postemporada. “Y Hudson estaba de baja”.
Mucha gente se sorprendió cuando Roberts – después de que Brasier permitiera un jonrón solitario del puertorriqueño Francisco Lindor abriendo el partido – optó por el novato Knack en la segunda entrada, teniendo descansados a figuras como Banda, Kopech, Phillips y Treinen, pudiendo ellos lanzar potencialmente dos episodios cada uno con el día de descanso el martes y el derecho Walker Buehler programado para tirar el miércoles.
“Estás hablando del segundo episodio ahí”, dijo Roberts. “Tienes a un muchacho en el montículo que tiene que comerse innings. Si te vas con otro, no vamos a poder terminar el juego”.
Roberts también explicó que la diferencia entre su estrategia el miércoles pasado vs. San Diego y la del lunes contra los Mets fue que en aquel Juego 4 en el Petco Park, los Dodgers estaban contra la pared, al borde de la eliminación. En este caso, la planificación es más a largo plazo, para poder utilizar sus brazos de mayor confianza a través de una serie larga de siete partidos.
“Creo que hay un margen que tienes que proteger y estar consciente del costo de los próximos tres juegos”, expresó Roberts, “y no olvidar que éste no fue un partido de vida o muerte. No es una serie de tres juegos”.
Hoy en día, no es muy común poder ganar una serie al mejor de siete con apenas tres abridores tradicionales, como lo era en los tiempos en que los verdaderos “caballos” iniciaban los Juegos 1, 4 y 7. De hecho, el último lanzador en hacer eso fue Corey Kluber por Cleveland en la Serie Mundial del 2016. Y antes de él, fue Curt Schilling en el 2001 con Arizona.
Esa falta de abridores con capacidad de innings en los Dodgers hace necesario un par de “juegos del bullpen” en una serie 7-4. Nada fácil.
“Se ve grandioso cuando funciona bien y los muchachos están tirando ceros, pero estás enfrentándose a equipos muy buenos”, comentó Roberts. “Cuando pierdes a un par de lanzadores (Vesia y Hudson el lunes), tienes que saber cómo hacerlo”.