¿Qué tal la rotación de N.Y. sin Cole? Ha superado la prueba
Por muchas razones, los Yankees han sido una de las historias más positivas del béisbol en el arranque de esta temporada, incluso después de perder ante los Marlins la noche del miércoles en Yankee Stadium. El astro dominicano Juan José Soto ha cumplido con las expectativas y un poco más y Anthony Volpe ha lucido como el jugador que los Yankees esperaban que fuera. Giancarlo Stanton ha conectado múltiples cuadrangulares, Aaron Judge lleva dos bambinazos a pesar de un inicio flojo y la alineación de Aaron Boone luce nuevamente balanceada de arriba a abajo y con bateadores derechos e izquierdos por igual.
Pero el motivo principal por el que los Bombarderos del Bronx han iniciado la campaña con marca de 10-3 ha sido la rotación de abridores, a pesar de no contar con al actual ganador del Premio Cy Young de la Liga Americana, Gerrit Cole. En lo que todavía es, por supuesto, una muestra bien pequeña, todos los brazos detrás de Cole en la rotación de Nueva York han dado la cara ante su ausencia. Ésta fue la fórmula que los Yankees siempre utilizaron en el pasado cuando eran buenos de verdad. Y particularmente cuando eran grandes.
“Lo más importante acerca de lo que ha sucedido hasta ahora con los abridores es que Gerrit no tiene que sentirse presionado para regresar”, declaró el exlanzador estelar de Nueva York, David Cone, el miércoles. “La manera en que estos muchachos han lanzado le permite asegurarse de que esté realmente en salud antes de volver a la acción”.
Cone, actualmente analista de televisión en los juegos de Grandes Ligas para ESPN Sunday Night Baseball y en los partidos de los Yankees para la cadena YES Network, fue el as del mejor equipo de los Yankees hasta ahora, en 1998, uno que ganó 114 juegos en la temporada regular y 125 en total. El derecho tuvo marca de 20-7 ese año. El cubano Orlando “El Duque” Hernández, quien no llegó al viejo Yankee Stadium sino hasta junio, tuvo foja de 12-4 tras su arribo. Andy Pettitte terminó con récord de 16-11. David Wells, quien lanzó un juego perfecto el 17 de mayo, tuvo marca de 18-4. Incluso el japonés Hideki Irabu terminó con 13-9 como el quinto abridor de Joe Torre.
Se habla mucho acerca del Núcleo de los Cuatro en los Yankees de Torre --Derek Jeter, el panameño Mariano Rivera, el puertorriqueño Jorge Posada y Pettitte— pero a menudo se olvida que esa rotación, con un récord combinado de 79-35 en 1998, fue la clave del éxito para aquel equipo.
“Cualquiera de nosotros pudo haber tomado su turno como Nro. 1”, continuó Cone. “Yo tomé mi turno, Duque el suyo. Todos lo hicimos. De hecho, pensé que después de su juego perfecto, Boomer [Wells] fue el mejor lanzador en la liga el resto del camino”.
Cone hizo una pausa y luego dijo, “Una cosa más: Ninguno de nosotros pasó tiempo en la lista de lesionados. Piensen en ello en términos de todo lo que está pasando ahora mismo en el béisbol moderno”.
Cone hizo 31 aperturas por los Yankees de 1998. Pettitte hizo 32, Wells 30 y Irabu 28. Hernández terminó haciendo 21 aperturas a partir de junio. Si añades eso a lo potente y profesional que fue la ofensiva de los Yankees en la que terminó siendo una temporada mágica, no es difícil ver por qué fueron capaces de hacer lo que hicieron.
“Lo que demostramos ese año es que la ofensiva y el pitcheo, particularmente la rotación, van de la mano”, manifestó Cone. “Un gran apoyo ofensivo, como el que los bates de los Yankees han estado aportando en lo que va de la campaña, le brinda comodidad al abridor, créanme. El mensaje que recibes de tus bateadores es, ‘Hey, si nos ponemos en desventaja por algunas carreras, ustedes aguanten. La ayuda va en camino’”.
Nadie está comparando la rotación actual de los Yankees, sin Cole (sigue recuperándose de una lesión en el codo de lanzar que por lo menos no necesitó de una cirugía), con la rotación de 1998. Pero en los 13 juegos que han disputado los Yankees esta campaña, solamente dos de sus abridores han permitido cuatro carreras o más—y uno de ellos fue el cubano Néstor Cortés en el Día Inaugural ante los Astros, en un duelo en el que Cortés se fajó y el cual los Yankees eventualmente ganaron.
Cortés lleva tres aperturas hasta ahora. Su efectividad es de 3.50. Marcus Stroman, el lanzador perdedor en la derrota del miércoles por la noche ante los Marlins gracias a un jonrón tempranero que cedió ante Jake Burger, tiene promedio de carreras limpias de 2.12 después de tres aperturas. El dominicano Luis Gil tiene promedio de carreras limpias permitidas de 3.00 luego de sus primeras dos aperturas. Clarke Schmidt tiene 4.66.
Y el zurdo Carlos Rodón, quien decepcionó en su primera campaña con los Yankees debido a las lesiones y un pobre desempeño, tiene EFE de 1.72 en sus tres partidos iniciados y ha demostrado destellos de la clase lanzador que los Yankees vieron antes de firmarlo por US$160 millones como agente libre para lanzar detrás de Cole en la rotación.
“[Rodón] ha sido un lanzador interesante de ver esta campaña”, destacó Cone. “Está utilizando más lanzamientos este año, incluido su cambio. Todo mundo sabe lo que hizo durante mucho tiempo, dominando a menudo con dos envíos, recta y slider, y siendo mayormente un pitcher de poder. Pero en lo que va de esta temporada, ha mostrado la habilidad para mezclar sus lanzamientos y eso es algo que puede agregarle un elemento esencial al repertorio de un serpentinero. Y eso es misterio”.
Cone, un artista sobre el montículo, sabía perfectamente cómo añadirle misterio a sus aperturas cuando era el as de una rotación llena de ases en 1998. Ahora, todo este tiempo después, los Yankees esperan que su as actual vuelva a dominar de nuevo. Los Yankees obtuvieron muy poco aporte más allá de Cole el año pasado. Hasta ahora en lo que va de la campaña, han recibido bastante.