Uno no pensaría que un bateador de élite como el dominicano Juan Soto - alguien a quien comparamos con los mejores toleteros de todos los tiempos cuando sólo tenía 20 años - estaría disponible en el mercado de cambios, como parece ser el caso este invierno. Por otra parte, uno tampoco pensaría que ya fue cambiado una vez, pero eso no impidió que los Nacionales lo enviaran a los Padres en la Fecha Límite del 2022. Entonces, claro, es posible que pase. Incluso podría ser probable.

Que pueda suceder de nuevo dice más sobre el estado de los Padres que sobre Soto, en realidad. San Diego tiene que reemplazar cientos de entradas en el montículo, dado que Blake Snell, Seth Lugo, Josh Hader, Michael Wacha son todos agentes libres, y el reciente fallecimiento del propietario del club, Peter Seidler, pone cierta incertidumbre sobre cómo operará el equipo en el futuro.

Eso no significa que los Padres no vayan o no puedan ser un equipo fuerte en el 2024. No tendrías un roster que incluya a Manny Machado, Xander Bogaerts, Yu Darvish, Ha-Seong Kim, Joe Musgrove y el dominicano Fernando Tatis Jr. si no tiene expectativas de competir. Los Padres podrían simplemente quedarse con Soto por el momento y canjearlo en la Fecha Límite, o no cambiarlo para nada. Pero mientras más pasan los días, más suena el río en torno al potencial cambio por el cañonero zurdo… incluso pronto.

Si se termina dando un canje, ¿cómo podría lucir? ¿Y cuáles podrían ser los destinos indicados?

1) Realmente es así de bueno

Como recordatorio, todas esas comparaciones estilo “es el nuevo Ted Williams” que se hicieron entre el 2019 y el 2020 se han mantenido en gran medida. Si es exactamente Ted es algo irrelevante, dadas las enormes diferencias en el deporte entre entonces y ahora. (Williams no sólo se perdió sus temporadas de 24-26 años mientras cumplía servicio en el ejército de los Estados Unidos, sino también que pasó la primera parte de su carrera jugando contra rosters segregados y lanzadores abridores opuestos que rutinariamente veía cuatro veces. A pesar de jugar en partes de cuatro décadas, sólo se enfrentó a siete equipos rivales. Es un deporte diferente, básicamente).

Pero la realidad es que el rendimiento de Soto hasta los 24 años es casi incomparable. Podemos (y ya lo hemos hecho) insistir en este punto durante miles de palabras; por ahora, resumámoslo rápidamente con una sola tabla. En la era después de la Segunda Guerra Mundial (luego de 1945), si sólo nos fijamos en el mejor rendimiento al bate (mediante OPS+) hasta los 24 años, con un mínimo de 1,500 visitas al plato...

Mejor OPS+ desde 1945, hasta los 24 años

177 // Frank Thomas

170 // Mike Trout

167 // Albert Pujols

166 // Mickey Mantle

161 // Dick Allen

157 // Soto

155 // Eddie Mathews

153 // Willie Mays

149 // Ken Griffey, Jr.

148 // Reggie Jackson

... los nombres son espectaculares. Thomas, Mantle, Mathews, Mays, Griffey Jr. y Jackson son miembros del Salón de la Fama. Trout y el dominicano Pujols lo serán. Allen debería serlo. Salvo una lesión grave, es casi imposible tener un inicio así y no terminar teniendo una carrera fantástica. (Si lo retrotraemos a 1920, donde Williams es el primero, Soto sigue siendo el décimo mejor en la historia de las L.A./L.N.).

Cuando los Padres lo obtuvieron de los Nacionales, fue en parte porque esperaban que pudiera aprovechar sus servicios en tres luchas por los playoffs. Pero ahora, está a sólo un año de la agencia libre. ¿Cuántas veces se cambia a un jugador así de bueno cuando le queda un año de contrato?

2) Encontrar cambios similares no es exactamente fácil

Que un jugador como éste sea cambiado no pasa frecuentemente, como bien podrían esperar. Dado lo difícil que es encontrar nombres comparables con Soto como bateador, es todavía más complicado dar con figuras así que hayan sido canjeados. Sin embargo, hay algunos.

Vamos a buscar exclusivamente a bateadores (disculpas al venezolano Johan Santana y Cliff Lee). Tenemos que centrarnos en jugadores de edades similares, porque los cambios de Paul Goldschmidt, Griffey Jr. y Andrew McCutchen son teóricamente correctos, pero no exactamente.

Desde 1995, ha habido 38 bateadores con al menos tres temporadas de un WAR de 5.0 o más hasta los 27 años. Soto, por supuesto, no tiene 27; cumplió 25 en octubre, siendo más joven que novatos del 2023 como Josh Jung y el dominicano Yainer Díaz. Pero dado que un gran jugador a los 27 es todavía bien joven y que intentamos ampliar nuestra búsqueda para encontrar suficientes nombres, nos sirve.

De los 37 restantes, la mayoría no fue cambiado, bien fuese nunca o hasta ya bien entrados en sus carreras. (No contamos los cambios antes de que fueran estrellas, como cuando los Padres canjearon a Anthony Rizzo después de una poco sobresaliente temporada a los 21 años). Dos de los que fueron cambiados no aplican realmente aquí, porque sus canjes ocurrieron en medio de contratos masivos con muchos años restantes (Alex Rodríguez y Giancarlo Stanton, ambos a los Yankees).

Tres más no aplican por las razones opuestas, pues Scott Rolen, el puertorriqueño Carlos Beltrán y Machado fueron traspasados en medio de sus últimas temporadas de contrato, no antes, y cuando el venezolano Miguel Cabrera pasó de los Marlins a los Tigres antes de su temporada de 25 años, le quedaban tres años de control contractual.

Esto nos deja con exactamente tres casos comparables en términos de temporadas de nivel estelar, edad y un solo año antes de la agencia libre, en casi tres décadas desde que empezó la Era del Comodín.

• Jason Heyward // cambiado de Bravos a Cardenales antes de su temporada de 25 años en el 2015 junto a Jordan Walden, por Shelby Miller y Tyrell Jenkins

• Mookie Betts // cambiado de Medias Rojas a Dodgers antes de su temporada de 27 años en el 2020 junto a David Price y dinero en efectivo por Alex Verdugo, el colombiano Jeter Downs y Connor Wong

• El puertorriqueño Francisco Lindor // cambiado de Guardianes a Mets antes de su temporada de 27 años en el 2021, junto al venezolano Carlos Carrasco, por el también venezolano Andrés Giménez, el dominicano Amed Rosario y dos prospectos

Heyward luego firmó con los Cachorros, mientras que Betts y Lindor terminaron firmando extensiones para quedarse con sus nuevos clubes.

Suceden esos casos; ése es el punto. Pero es raro. Así es como se ve.

3) ¿Quiénes son los mejores candidatos?

Desde el punto de vista de simplemente el juego de béisbol, los 30 equipos se beneficiarían con Soto en su alineación, pero muchos no participarán en la conversación debido a razones salariales, tiempo para competir o capacidad para enviar lo suficiente a San Diego. Es posible que una novena que adquiera a Soto pueda “amarrarlo” a largo plazo con una extensión antes de que llegue a la agencia libre al final de la próxima temporada, pero también debe prepararse para la posibilidad muy real de que esté negociando por sólo una temporada.

Con disculpas a los Dodgers, Bravos, Marineros, Medias Rojas y otros, los cinco mejores candidatos en nuestra opinión son...

5) Mets

Dada su disposición a gastar y sus esperanzas de borrar el sabor decepcionante de la temporada del 2023, los Mets estarán en cualquier lista para cualquier agente libre. La conexión con el béisbol es obvia, porque no tienen un jardinero izquierdo, su alineación es débil y podrían permitirse fácilmente extender de inmediato su contrato. El lado negativo: Necesitan preocuparse más por su pitcheo que por su bateo. También tienen que resolver la situación con su propia estrella rodeada de rumores de cambio, Pete Alonso, quien llegará a la agencia libre al mismo tiempo que Soto.

4) Cachorros

Con Cody Bellinger y Marcus Stroman en la agencia libre este invierno, los Cachorros tienen huecos que llenar y espacio salarial recién encontrado para llenarlos; no es casualidad que sigan apareciendo en los rumores sobre Shohei Ohtani. Un sistema de liga menor más fuerte de lo que ha sido en muchos años sería suficiente para satisfacer las necesidades de San Diego. Y es absolutamente necesario que si no retienen a Bellinger, encuentren un bate de alto nivel para reemplazarlo, algo complicado en un mercado de agentes libres de jugadores de posición bien escaso. Pueden no tener más opción que recurrir a canjes.

3) Gigantes

Es la misma historia, sólo que con una estrella diferente. Es bien sabido que los Gigantes intentaron firmar al puertorriqueño Carlos Correa y a Aaron Judge el año pasado, pero no pudieron lograrlo. Es más que evidente que el roster es algo insulso y no hay bateo suficiente. No hay equipo que se beneficie más de agregar a Ohtani, tanto por cómo encajaría en el terreno como por la atracción fuera del mismo. La conexión aquí es imperfecta, sólo en el hecho de que el roster actual de los Gigantes no está lo suficientemente cerca de contender en el 2024 como para que valga la pena el esfuerzo de obtener a Soto por una sola temporada, pero eso puede no ser suficiente para reprimir su interés.

2) Azulejos

¿Una sorpresa? Tal vez. Toronto necesita llenar al menos tres puestos en su alineación y actualmente no tiene a un jardinero izquierdo ni un bateador designado. Como los Cachorros y los Gigantes, siguen apareciendo en rumores sobre Ohtani. A diferencia de los Cachorros y Gigantes, ya tienen un roster que parece que podría ser un contendiente serio en el 2024, dada su fuerte rotación y su núcleo de jugadores de posición aún jóvenes, lo que haría más aceptable si terminaran manteniendo a Soto por una sola temporada. Imaginen, si quieren, un 1 al 4 de una alineación con George Springer, Bo Bichette, Soto y el también dominicano Vladimir Guerrero, Jr.

1) Yankees

Hace cinco años, los Yankees eran considerados como uno de los favoritos para firmar a un joven y destacado bateador zurdo que había debutado con los Nacionales a los 19 años y creció idolatrando a un Yankee. Optaron por no firmar a Bryce Harper, quien quería imitar a Mickey Mantle y terminó en los Filis, para consternación de los fanáticos de los Yankees. Tienen la oportunidad de rectificar ese error en esta ocasión al sumar a Soto, quien se crio viendo la época de oro de su compatriota Robinson Canó con los Yankees.

Aunque el Yankee Stadium está construido para un bateador zurdo, la realidad es que Soto batea por todas partes, y la compatibilidad aquí se trata más de una necesidad en el roster que del estadio, ya que los Yankees del 2023 fueron uno de los clubes más débiles bateando a la zurda. No es sólo que esta alineación necesite un impulso (lo necesita) o que la franquicia necesite una nueva energía (lo necesita). Es que pueden permitirse firmarlo a largo plazo y si lo hacen, dada su edad, dentro de una docena de años aproximadamente, estaremos hablando del próximo superastro que creció viendo a Soto convertirse en una leyenda de los Yankees.