¿Por qué rinde tanto Kike en playoffs? El veterano lo explica
LOS ÁNGELES – Por algún motivo, Enrique “Kike” Hernández sube de nivel cuando ve las luces de la postemporada. Lo ha hecho una que otra vez con los Dodgers, y también en su única oportunidad con los Medias Rojas en el 2021.
De por vida, el veterano puertorriqueño – uno de los jugadores más versátiles de Grandes Ligas en la última década – batea .238/.308/.405 en partes de 11 campañas con los Astros, Marlins, Dodgers y Medias Rojas. Pero en postemporada, esos números han subido a .277/.351/.548 (OPS de .899), con 14 jonrones en 75 partidos. Su tasa de 13.43 turnos por cuadrangular en playoffs/Serie Mundial sólo es superada por figuras de la talla del dominicano Nelson Cruz, Kyle Schwarber, Bryce Harper y nada más y nada menos que Mickey Mantle.
En repetidas ocasiones, se le ha pedido a Hernández una explicación de sus éxitos en octubre/noviembre. En esos momentos, se le ve una expresión en la cara de confusión y también deseo de dar una buena respuesta. Antes y después de su crucial bambinazo del viernes en el Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Nacional contra los Padres, una victoria de los Dodgers que los envió a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional vs. los Mets, Hernández habló del tema.
“Creo que es de todo un poco”, expresó el boricua de 33 años. “Lo he dicho muchas veces. Éstos son juegos con los que hemos soñado como niños. Creo que ésta es mi novena postemporada. Se vuelve un poco más fácil cuando lo haces una que otra vez. Eso te permite darte cuenta de que es el mismo juego.
“Pero no sé. No sé si es porque soy puertorriqueño”, continuó Hernández con una sonrisa. “No sé qué es, pero simplemente saca lo mejor de mí y estoy contento de que así sea”.
Durante esta serie, Hernández recordó su primera postemporada en el 2015, cuando en un decisivo Juego 5 contra los Mets en una Serie Divisional, bateó para doble-play en lo que sería una derrota de los Dodgers. Después de eso, Hernández empezó a visualizar tener éxito, como una forma de pensar positivo.
“Me coloqué en cada turno – bases limpias, corredor en primera, corredor en primera y segunda, bases llenas. Me vi teniendo éxito ante cada pitcheo”.
Esa estrategia rindió dividendos desde los playoffs del 2017. Ese año, Hernández tuvo lo que probablemente haya sido hasta ahora su momento más recordado con los Dodgers. En el Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Cachorros en el Wrigley Field, Hernández conectó tres cuadrangulares para ayudar a Los Ángeles a alcanzar su primera Serie Mundial desde 1988.
“La diferencia es que él entiende que la temporada regular es bien larga”, comentó el manager de los Dodgers, Dave Roberts, al frente de los azules desde el 2016. “Para él, el enfoque diario parece más difícil. Pero cuando hablas de los mayores escenarios, todo el mundo conoce a Kike; le encantan esas luces. A algunas personas les encanta eso. Otros le salen huyendo”.
Hernández también reflexionó sobre el significado de sus logros de postemporada en un mercado tan grande como Los Ángeles, ayudando al equipo a alcanzar tres Series Mundiales y ganar una en el 2020.
“Es algo que uno aprende tan pronto llega a esta organización”, dijo Hernández, firmado por un año en febrero para su tercera estadía con el equipo californiano. “La camiseta y la gorra, cómo se pone, trae mucho peso y mucha responsabilidad. Es una franquicia con muchísima historia (Brooklyn y luego Los Ángeles desde 1958).
“Dos ciudades no tan sólo con el equipo, sino dos ciudades sumamente grandes. Yo quería volver para acá para ganar de nuevo. Y ellos me trajeron para acá para ayudarlos a ganar”.
Ésa es la meta, por supuesto. El rol de Hernández no estuvo tan definido cuando empezaron estos playoffs, pero ante las lesiones del venezolano Miguel Rojas y de Freddie Freeman, Hernández ha sabido aprovechar su oportunidad, yéndose de 7-3 en los últimos dos partidos en la alineación titular.
“Con Kike, cuando pasas de la temporada regular (a los playoffs), sabes que vas a conseguir (la mejor versión) de ese jugador”, concluyó Roberts.