Pese a todo, Julio Rodríguez se mantiene agresivo en el plato
SEATTLE -- Sería imprudente decir que Julio Rodríguez ha tenido un comienzo común y corriente, especialmente dado que el dominicano fue la bujía de grandes victorias el pasado fin de semana en Cleveland y el sábado contra Colorado. Además, lleva tres hits en sus últimos 10 turnos. Pero no es insensible señalar que tampoco sigue por la trayectoria meteórica por la cual fue el Novato del Año de la Liga Americana.
Rodríguez batea .247/.299/.444 (OPS de .743) con tres jonrones, 10 remolcadas y cuatro bases robadas y tiene un wRC+ de 103 (el promedio de la liga es 100), números que están por debajo de la línea de .284/.345/.509 (OPS de .853) y wRC+ de 146 que tuvo el año pasado, cuando empalmó 28 cuadrangulares con 75 remolcadas.
Algunos tropezones son parte del proceso de convertirse en uno de los mejores bateadores del juego, ya que sabe que los lanzadores contrarios han aprendido sobre sus fortalezas y debilidades.
“Definitivamente, noto eso en todos los juegos”, dijo Rodríguez. “Pero siento que he hecho bastante buen trabajo haciéndole swing a los pitcheos correctos. Siento que es en eso que he estado haciendo muy buen trabajo ... manteniéndome en mi juego”.
El batazo más duro de Rodríguez fue de 113.4, pero seis de sus batazos más duros han sido outs, enfatizando por qué la calidad de sus métricas de contacto no son tan élites como lo fueron el año pasado.
“Siempre van a tratar de mezclarme los pitcheos”, dijo Rodríguez acerca de los lanzadores contrarios. “Siempre tratan de crear un plan. Pero siempre trato de mirar a lo profundo y estar listo para cualquier pitcheo”.
La estrategia de Rodríguez es bastante sencilla: Dar swings grandes temprano en la cuenta para tratar de hacer daño, y luego achicar la zona con dos strikes para tratar de poner la bola en juego. Así que fue consiguió su tercer cuadrangular en la derrota del lunes en Milwaukee, con la cuenta en 0-1.
“Siempre está listo para batear”, dijo el capataz de los Marineros, Scott Servais, lo cual explica por qué el slugging de Rodríguez de .800 contra el primer pitcheo estuvo empatado en el séptimo lugar en Grandes Ligas, luego de que diera seis vuelacercas con la cuenta en 0-0.
“A veces temprano en la cuenta, se amplía un poco”, dijo Servais. “Pero cuando hay dos strikes y corredores en posición de anotar, se achica un poco más y encuentra la forma de poner la parte buena del bate en la bola y por lo general le suceden cosas buenas cuando hace eso”.
Primer pitcheo: .417/.462/.750 (OPS de 1.212)
Dos strikes: .180/.256/.385 (OPS de .640)
Hablando del enfoque con dos strikes, algunos de los más grandes momentos de Rodríguez este año han sido en esas secuencias, incluyendo un jonrón contra los Guardianes que puso arriba a los Marineros y les dio la victoria, y un triple que limpió las bases en la victoria del sábado por 9-2. Enfocarse y, quizás reducir la intensidad, es lo que le impide ponerse presión de más.
“Siento que éste es un juego muy difícil, y si no aprovechas tus sencillos, bueno, no sé”, dijo Rodríguez. “Te vas a enloquecer”.
Pero sus buenos momentos con dos strikes hace ponderar si tal vez sería mejor que se enfocara de la misma manera a lo largo de cada visita al plato.
“Puede aumentar la competitividad cuando está profundo en los conteos”, dijo Servais. “Hemos hablado con él de eso, de que quizás haga eso mismo un poco más temprano en sus turnos al bate. Quizás resulte en menos cuentas de dos strikes. Pero es uno de esos muchachos que cuando está contra la pared, lo reconoce. ‘Cuando estoy abajo 1-2, 0-2, ahí es cuando sé que tengo que concentrarme y batallar’.
“Pero va a dar sus buenos swings. No hay muchos turnos al bate en los que Julio no logre hacer dos o tres de sus mejores swings. Entonces, va a hacer eso temprano en las cuentas”.
En general, Rodríguez no está viendo tantos pitcheos erróneos para maltratar, lo cual es parte del cálculo a la hora de hacer swings grandes temprano cuando se presenta la oportunidad. Pero conociendo su perspicacia, hará los ajustes cuando sea necesario.
“Temprano, quizás doy un swing largo, pero siento que, con dos strikes, como que me convierto en el tipo de bateador que siento que puedo ser y doy mi lucha”, dijo Rodríguez. “Y sé que solamente hay un strike y que tiene que ser lo suficientemente bueno para pasar ese [tercer] strike. Entonces, salgo y compito con alguien. Si no tengo strikes, o si tengo dos, estoy enfocado en mi pitcheo”.