Oliva emocionado de que sus hermanos lo vean exaltado
COOPERSTOWN, Nueva York – Después de una larga espera tras su retiro en 1976, Tony Oliva tendrá su placa en el Salón de la Fama desde el domingo. Y gracias a unas gestiones de alto nivel, en particular de la senadora de Minnesota, Amy Klobuchar, el cubano podrá compartir esas emociones con su hermano Juan Carlos, quien recibió su visa para viajar desde Cuba a los Estados Unidos y se encuentra en Cooperstown ahora mismo.
Además, está en Cooperstown otro hermano, Reinaldo, junto a varios familiares más.
“Estoy muy contento de que mi familia y mis hermanos (estén) y que mi hermano vino de Cuba”, expresó el sábado Oliva, quien cumplió los 84 años de edad el miércoles de esta semana. “Van a estar aquí reunidos conmigo. Mi familia no tuvieron la oportunidad de verme a mí jugar ni un jueguito en las Grandes Ligas. Para mí, es un orgullo muy grande”.
En particular, el viaje fue largo para Juan Carlos, quien llegó a la República Dominicana desde Cuba, y luego a Minneapolis, Minnesota y finalmente a Cooperstown.
“Estoy muy orgulloso de que me hayan dado la oportunidad”, dijo Juan Carlos, 16 años menor que Tony. “Para mí, ha sido una cosa muy grande y muy bonita. Estoy muy agradecido por esta oportunidad de ver a mi hermano.
“Lo encontré en plena salud, fuerte, saludable y con un espíritu tremendo, y rodeado de amigos y compañeros. Para mí, ha sido una cosa muy grande y muy bonita”.
Juan Carlos era demasiado joven para ver a Tony jugar en Cuba, pero la familia le dejó saber que su hermano mayor era un pelotero extraordinario.
“Desde que nació, tenía talento”, expresó Juan Carlos.
El mismo Juan Carlos tuvo una destacada trayectoria en Cuba como lanzador, con Pinar del Río y con la selección nacional desde la década de los 70. Y después de su retiro, fue un importante instructor de pitcheo en la isla. Su ojo como beisbolista y, claro, con parcialismo por su hermano, lo hacen ver la exaltación ahora de Oliva justa, pero que pudo haber sucedido antes.
“Yo particularmente pensaba que desde hace mucho rato, él podía estar en el Salón de la Fama”, dijo.
Otro hermano de Oliva, Reinaldo—beisbolista en sus tiempos--también acompaña a la familia en este momento tan especial para el exestelar de los Mellizos de Minnesota.
“Esto para mí ha sido lo más grande que he podido ver, porque yo estuve con él cuando estaba en la pelota en Cuba”, dijo Reinaldo acerca de Tony. “Le ayudaba mucho, yo le pitchaba. La emoción más grande que he tenido es poder (ver el) Salón de la Fama.
“(Tony) ha estado esperando por 25, 26 años. Y se dio. Ya él está disfrutando eso y para mí, es una maravilla. Lo siento aquí en el corazón. Es un gran hermano y un gran amigo también. Para mí, Tony es lo máximo”.