O’Neil, embajador de lujo de las Ligas Negras
Buck O’Neil vivió una vida dedicada al béisbol y de mantener vivo el recuerdo de las Ligas Negras.
O’Neil, un gran defensor de la primera base, bateó .283 de por vida durante sus 11 años en las Ligas Negras, incluyendo 10 con sus queridos Monarcas de Kansas City. Además, fue dos veces campeón de bateo de la “Negro American League”, ligando para .345 en 1940 y .350 en 1946. O’Neil también dirigió a los Monarcas entre 1948 y 1955, llevando al equipo a cuatro títulos.
“Buck fue similar a Jackie Robinson”, dijo una vez el fallecido Joe Morgan. “Su importancia iba más allá del béisbol”.
Aunque O’Neil nunca llegó a las Grandes Ligas como jugador, hizo historia con los Cachorros de Chicago en 1962, convirtiéndose en el primer instructor afroamericano en la historia de la Gran Carpa.
Antes de ser coach, O’Neil trabajó como scout con los Cachorros. Dos años después, regresó a las labores de cazatalentos con los Cachorros hasta 1988, cuando se unió al cuerpo de escuchas de los Reales de Kansas City. Entre los jugadores más prominentes que descubrió O’Neil están Ernie Banks, Billy Williams, Lou Brock, Lee Smith, Joe Carter y Oscar Gamble.
“Yo estaba súper contento de tener a alguien como él mostrando interés en mí”, dijo sobre O’Neil el ya fallecido Banks. “Me enamoré del juego de béisbol y eso terminó siendo toda mi vida, gracias a Buck”.
Además de sus muchos logros en el terreno, O’Neil también fue fundador y presidente del Museo de las Ligas Negras de Béisbol. Bautizado con el nombre de John Jordan O’Neil Jr., “Buck” murió en 2006 a la edad de 94 años. Un gran conocedor del juego y de un sinfín de detalles sobre las Ligas Negras, O’Neil aseguró que en 1994 se convirtió “en una sensación de un día para a otro a los 82 años”, cuando tuvo un papel prominente en el documental “Baseball” del director Ken Burns.
“Buck fue uno de los mejores seres humanos que ha pisado la faz de la tierra, y que además fue un grandísimo beisbolista”, dijo el presidente del Museo de las Ligas Negras de Béisbol, Bob Kendrick, durante una entrevista con Harold Reynolds de MLB Network. “No hay un día en el que no piense en Buck. Él demostró que se puede ir más lejos en esta vida con amor que con odio”.
Meses antes de su muerte en el 2006, O’Neill estuvo entre los nominados al Salón de la Fama de Cooperstown, pero se quedó a un voto de ser exaltado. Dos años después, el Salón honró su legado con la creación del Premio Buck O’Neil, que se entrega a individuos cuyos extraordinarios esfuerzos realzaron el impacto positivo del béisbol en la sociedad, expandieron el interés en el juego y cuya personalidad, integridad y dignidad son comparables a las cualidades exhibidas por O’Neil.
“Buck tocó cada faceta del béisbol y su impacto es uno de los más grandes que el juego haya conocido”, dijo Jane Forbes Clark, presidenta del Salón de la Fama. “Sus aportes al juego van mucho más allá del terreno. Este premio reconocerá a futuros ganadores que exhiban el espíritu que Buck mostró en cada día de su vida”.