Nuevo capítulo para “El Mago” en los Tigres
LAKELAND, Florida – Desde el momento en el que el puertorriqueño Javier Báez pisó los campos de práctica del complejo Tigertown, no era difícil saber dónde estaba. Sus zapatos anaranjados se destacaban sobre los del resto de los jugadores del cuadro interior de los Tigres mientras fildeaban rodados, un par de resplandecientes pies que brillaban en medio de un mar de camisetas y sweaters con el tradicional azul del club.
La imagen decía mucho. Cuando los Tigres firmaron a Báez por seis años y US$140 millones en noviembre pasado, sumaron su destacada defensa, con la que ha acumulado 49 Carreras Defensivas Salvadas en el campo corto desde el 2016 y ganó Guante de Oro de la Liga Nacional en el 2020.
Es el torpedero de los Tigres con más cartel desde al menos los días del venezolano Carlos Guillén hace más de una década. También es el más claro ejemplo del deseo del equipo por dar el próximo paso en su proceso de reconstrucción.
“Vamos a seguirlo”, dijo el venezolano Miguel Cabrera. “Cuando él diga ‘vamos’, nosotros iremos. Estoy bien emocionado de jugar a su lado y ojalá podamos tener un gran año juntos y poder poner a este equipo en la postemporada”.
Es un peso bien grande para Báez.
“Voy a ser yo mismo”, dijo el joven de 29 años. “Voy a estar cerca de todos. Tengo que dejar que primero se me acerquen para poder agarrar confianza y estar con todos los muchachos”.
Por ahora, simplemente está tratando de ajustar a sus primeros entrenamientos en una organización distinta a los Cachorros. Fue cambiado a los Mets a mitad de la campaña pasada.
“Se siente muy bien”, dijo Báez. “Me sentí así cuando me cambiaron y las cosas salieron muy bien en Nueva York, así que estoy listo para este nuevo capítulo y ver qué tan lejos podemos llegar”.
Báez dijo que se mantuvo en contacto con algunos de sus nuevos compañeros de equipo a través de un grupo de mensajería de texto mientras esperaban por un nuevo acuerdo laboral y el anuncio del inicio de los entrenamientos. Algunos lo contactaron directamente para presentarse. De alguna forma, afirma Báez, se pareció un poco a lo ocurrido en el 2020, cuando la pandemia de COVID detuvo los entrenamientos y dejó a los jugadores esperando en casa por el anuncio del inicio de la temporada y preparándose por su cuenta.
Ahora asegura estar en forma, listo para aumentar el volumen de trabajo de cara a la campaña regular y conocer a sus nuevos compañeros en persona.
“Hay muchos muchachos jóvenes y también muchos jugadores contra los que he jugado antes”, comentó Báez. “Entonces, trataré de irme ajustando en el equipo y aprender cosas nuevas”.
Parte de esa experiencia de aprendizaje podría incluir buscar opiniones sobre batear en el Comerica Park. Ha jugado ocho encuentros allí desde el 2018, ligando para .333 (de 42-14) con un doble, tres jonrones, ocho empujadas y OPS de .927. Cuando firmó, sin embargo, dijo que las amplias dimensiones del estadio podrían permitirle tener la confianza para utilizar todo el terreno y poner la pelota en juego.
No es un ajuste demasiado grande, afirma “El Mago”, pero sí pareciera ser la mentalidad con la que llega.
“El estadio en Detroit, mucha gente dice que es muy grande, muy largo, pero por mí está bien, porque así tienes más espacio para darle a la bola. Ésa es la clave”, opinó. “Quieres batear la pelota hacia donde no haya nadie y ahí (Comerica) tienes más espacio. Los jonrones van a llegar y si damos jonrones está bien, pero lo que queremos es darle duro a la pelota”.
Sus metas para el 2022 son bastante sencillas.
“Primero que todo”, dijo, “es estar saludable, todo el equipo y los muchachos en todo el sistema. Y luego, obviamente, tratar de ganar, tratar de llegar primero a la postemporada y ver qué tan lejos podemos llegar en los playoffs”.