No-hitters de Marlins: Aníbal, Álvarez y Vólquez
MIAMI -- Un no-hitter es una de las hazañas más celebradas en el béisbol. Las pocas veces que se ven llaman la atención y atraen desde los más fieles a los casuales fanáticos, apenas se emiten las “alertas de no-hitter”.
Cuando un lanzador está rumbo a un juego sin hit ni carrera, sus compañeros comienzan a alejarse de él y los locutores se esfuerzan por no decir nada de “mala suerte”. Se las ingenian para decir que un no-hitter está en proceso sin precisamente decir esas palabras.
Los no-hitters en las Mayores ocurren a un promedio de casi tres por temporada. Desde 1993, 64 abridores han conseguido un juego sin hit ni carrera, a la vez que se han visto siete combinados.
Notablemente, desde la primera campaña de los Marlins en dicho año, seis serpentineros han lanzado un no-hitter por el club. Se trata de la mayor cantidad para cualquier franquicia en ese trecho, aunque los Gigantes y Marineros están cerca con cinco cada uno.
La fraternidad de juegos sin hits ni carreras en los Peces incluye a Al Leiter (1996), Kevin Brown (1997), A.J. Burnett (2001), los venezolanos Aníbal Sánchez (2006) y Henderson Álvarez (2013) y el dominicano Edinson Vólquez (2017).
Aquí, recordamos estas importantes jornadas en la historia de los Marlins:
1. Al Leiter, 11 de mayo, 1996, 11-0 vs. Rockies
Los Peces firmaron a Leiter como agente libre después de la campaña de 1995 y el zurdo fue convocado al Juego de Estrellas en 1996. En esa temporada, también lanzó el primer no-hitter en la historia de la franquicia. El equipo puso fuera de alcance el encuentro temprano con seis carreras en el primer episodio y dos más en el segundo. Leiter hizo el resto, ponchando a seis, otorgando dos pasaportes y golpeando a un bateador.
“Con una ventaja de 11-0, era cuestión de completar el no-hitter”, dijo Leiter en el 2011 durante una transmisión de los Marlins. “No sabía qué hacer. ¿Salto hacia los brazos de Charles Johnson o él salta hacia los míos?” agregó Leiter.
2. Kevin Brown, 10 de junio, 1997, 9-0 vs. Gigantes
Brown no sólo estuvo a la altura de un no-hitter, sino que estuvo cerca de la perfección. Si no se le hubiera escapado un lanzamiento contra el nicaragüense Marvin Benard con la cuenta 1-2, quién sabe si este momento se recordaría de otra manera. Con dos outs en la octava entrada, Brown golpeó con un pitcheo a Benard en la pierna derecha, para permitir el primer y único corredor. Brown, quien participó en el Juego de Estrellas y fue el as de unos Marlins de 1997 que conquistaron la Serie Mundial, estaba totalmente bajo control, ponchando a siete y generando 17 outs por medio de roletazos.
“Hubiera sido maravilloso lanzar un juego perfecto, pero no lo sabremos”, declaró Brown después del encuentro. “Debo estar agradecido por la manera en que resultó todo”.
3. A.J. Burnett, 12 de mayo, 2001, 3-0 vs. Padres
Si Brown estuvo cerca de la perfección en 1997, Burnett tuvo uno de los no-hitters más imperfectos en la historia de MLB. En su segunda presentación del 2001, Burnett no tuvo un buen comando. El lanzallamas otorgó nueve boletos, golpeó a un bateador y realizó un lanzamiento descontrolado.
Este juego sin hits ni carreras de Burnett trajo recuerdos de la hazaña de Jim Maloney en 1965, cuando el serpentinero de los Rojos otorgó 10 bases por bolas en una victoria de 10 entradas sobre los Cachorros en el Wrigley Field.
4. Aníbal Sánchez, 6 de septiembre, 2006, 2-0 vs. D-backs
Tras ser ascendido desde Doble-A el 25 de junio de ese año, el oriundo de Maracay realizaba su 13ra apertura en las Grandes Ligas el 6 de septiembre. El derecho de 22 años lanzó un no-hitter contra Arizona con 103 pitcheos, ponchando a seis y otorgando cuatro pasaportes.
El último out fue un poco polémico, debido a que Eric Byrnes conectó un rodado hacia el dominicano Hanley Ramírez, quien dudó un poco antes de realizar el tiro hacia la primera base. En una jugada cerrada, Byrnes fue retirado. En ese momento, no existía la revisión por video para que los árbitros analizaran la jugada.
El juego sin hit ni carreras de Sánchez fue el primero en la Gran Carpa desde el juego perfecto de Randy Johnson contra los Bravos el 18 de mayo del 2004. Se trata de la mayor cantidad de tiempo entre no-hitters en la historia de las Mayores.
“Éste es el mejor momento de mi vida”, expresó Sánchez después del partido.
5. Henderson Álvarez, 29 de septiembre, 2013, 1-0 vs. Tigres
Los no-hitters normalmente se celebran en la lomita y no en el plato. Pero el juego sin hits ni carreras del oriundo de Valencia no fue nada común. Eso se debe a que se completó al dejar tendido al oponente. Giancarlo Stanton anotó la única carrera del partido en el cierre de la novena entrada tras un lanzamiento descontrolado de Luke Putkonen.
El curioso no-hitter llegó en el último partido de una campaña de 100 derrotas para Miami. Álvarez sólo necesitó de 99 pitcheos para completar nueve capítulos. Después de conseguir el último out en la parte alta de la novena entrada, Álvarez tuvo un momento jocoso, cuando se preparó para celebrar sobre el terreno, pero el juego no había concluido.
“Estaba bien entusiasmado”, dijo el diestro. “Para el noveno inning, pensé que solamente necesitaba tres outs para completar el no-hitter”.
6. Edinson Vólquez, 3 de junio, 2017, 3-0 vs. D-backs
Parecía que el oriundo de Barahona iba a salir antes de tiempo cuando se estrelló en la primera base con el primer bate de Arizona, el boricua Rey Fuentes, en la primera entrada. Vólquez sufrió un ligero esguince en el tobillo derecho y comenzó a sentir un tirón en la corva.
Pero el quisqueyano empezó a recuperarse y resultó realizando una dominante presentación, ponchando a 10 con 98 pitcheos.
“Es increíble”, dijo el derecho después del encuentro. “En la cuarta, no sabía si iba a seguir pitchando. Cuando llegué a la séptima, sólo pensaba que tenía que lograrlo”.
Vólquez también estaba lanzando con una gran misión, debido a que era el cumpleaños de su compatriota y amigo Yordano Ventura, fallecido en enero de aquel 2017. Vólquez y Ventura, quien perdió su vida en un accidente automovilístico en enero de ese año, fueron compañeros en los Reales. Vólquez también le dedicó su hazaña al cubano José Fernández, la estrella de los Marlins que murió en un accidente náutico en el 2016.
“Esto es para Ventura y José”, dijo Vólquez.