Es normal para el venezolano Martín Pérez volver a ver sus aperturas durante la temporada muerta. Bueno, al menos algunos de sus partidos.

“Me gusta ver cuando tengo buenos juegos”, dijo Pérez. “No me gusta ver los juegos malos”.

Según la admisión de Pérez, la mayoría de los videos que vio esta temporada muerta fue del 2022. Esto se debe en parte a que fue la campaña en la que asistió al Juego de Estrellas. Hubo muchas salidas buenas para elegir ese año. La campaña pasada, no tanto. Su efectividad se disparó a 4.45 con los Rangers y el veterano fue movido al bullpen después de la Fecha Límite de Cambios.

El domingo, el zurdo hizo su primera apertura desde julio pasado, lanzando tres entradas de una sola carrera en la derrota de los Piratas por 5-2 ante los Orioles en el LECOM Park. Lució dominante y lo hizo con los lanzamientos en los que realmente se enfocó durante sus sesiones de video de la temporada baja: El cambio y la recta cortada.

De los 31 lanzamientos de Pérez, 12 fueron rectas cortadas y 11 fueron cambios, que combinados resultaron en cinco swings en blanco, seis strikes cantados y sus tres ponches. Falló el blanco del receptor Jason Delay con una recta cortada en 0-2 a Colton Cowser para su única mancha del día, un cuadrangular solitario Pero aparte de eso, los dos lanzamientos estuvieron finos desde el principio.

“Simplemente hay que estar encima de la pelota y todo va a funcionar”, dijo Pérez. “Todo estuvo bien. La localización fue buena. Sé que la gente puede estar preguntando por la velocidad, pero no me preocupo por eso. Estoy aquí para lanzar. No estoy aquí para tirar a 100 millas por hora. Me siento muy bien con los resultados de hoy”.

Pérez estaba bromeando ligeramente con la idea de que lanzara a 100 mph. Alcanzó un máximo de 90.8 mph con su sinker el doming, y es probable que esté en ese rango durante la mayor parte de la campaña. Su éxito depende del movimiento y el control, y la recta cortada y el cambio juegan un papel importante en eso. No dominó esos envíos en el 2023.

En el 2022, los bateadores tuvieron un promedio de bateo de .231 y un porcentaje de slugging de .290 contra su recta cortada. En el 2023, tuvo menos swings en blanco, permitió más contacto sólido y vio que esos números saltaron a un promedio de .342 y un slugging de .640. Su cambio fue un lanzamiento confiable para swings fallidos y ponches en el 2022, pero los toleteros hicieron más contacto contra él la campaña pasada y vieron cómo su promedio de bateo subía de .233 a .316.

La recta cortada y el cambio constituyen aproximadamente el 50% del uso de sus pitcheos año tras año. Ejecutar esos dos lanzamientos es lo que puede hacerlo un serpentinero exitoso.

“Sí, porque está trabajando en ambos lados del plato”, comentó el manager de los Piratas, Derek Shelton. “Puede cortar la pelota hacia adentro contra los bateadores derechos y luego lanzar el cambio en la zona o fuera de ella para ponchar. Eso es realmente importante. No sé si podría haberlo hecho mejor de lo que lo hizo hoy”.

Los Piratas han tenido éxito recientemente con lanzadores veteranos del mismo molde que Pérez. El colombiano José Quintana y Tyler Anderson también eran zurdos que lanzaban más suave y encontraron éxito al ajustar y mejorar sus cambios con los Piratas. Si Pérez puede seguir su ejemplo, podría ser un brazo veterano muy necesario para una rotación joven con algunas incógnitas.

Hablando después del encuentro, está claro que Pérez también está abordando todo en un buen estado mental. Ser movido al bullpen durante la travesía de Texas hacia conquistar la Serie Mundial fue difícil, pero con un lugar firme en la rotación ahora en Pittsburgh, parece tener ese enfoque del 2022 hacia el juego.

“Estaba hablando con [el coach de pitcheo] Oscar [Marín] durante el juego y le dije que la confianza que tengo ahora es grande”, aseguró Pérez. “Es algo grande que trataba de recuperar, y creo que la tengo ahora mismo. Cuando te sientes así, significa que vas a salir y rendir”.