Ningún equipo ha aparecido en más en las noticias gracias a sus movimientos durante la última media década que los Padres, que han competido regularmente con equipos en los mercados más grandes para adquirir talento de primer nivel.

La firma de Eric Hosmer a un contrato de US$144 millones hace cinco años fue apenas el inicio para el gerente general A.J. Preller, quien conmocionó al mundo un año después con la contratación deManny Machado por US$300 millones.

Los cambios por lanzadores como Blake Snell, Yu Darvish y Joe Musgrove ayudaron a crear una rotación formidable para acompañar a esa alineación repleta de estrellas de los Padres, una que se volvió todavía más impresionante con la incorporación del dominicano Juan José Soto en verano pasado. Dado su núcleo actual -- que ahora también incluye a Xander Bogaerts y su contrato de US$280 millones y 11 años -- los Padres deben de pasar varios años como uno de los mejores equipos de Grandes Ligas.

Con todas esas estrellas, los Padres parecieran tener las piezas para posiblemente superar a los Dodgers, que han ganado nueve títulos divisionales en el Oeste de la Liga Nacional en los últimos 10 años. San Diego no ha ganado el Oeste desde el 2006, por lo que una corona divisional sería bastante significativa.

Pero, ¿y si Machado se va al final de la temporada?

Esa posibilidad se ha convertido en una posibilidad realista durante la última semana, cuando el estelar tercera base anunció su intención de salirse de los últimos cinco años y US$150 millones de su contrato al terminar esta campaña. Los jugadores se salen de sus contratos con frecuencia, por lo que los comentarios de Machado no fueron una sorpresa. Sin embargo, lo sorprendente fue que los Padres no parecieran haber intentado – al menos no agresivamente -- acordar una extensión con Machado antes de la fecha límite impuesta por el jugador.

Un informe del San Diego Union-Tribune reveló los detalles de ese plazo, que venció con el inicio de los entrenamientos de primavera. Machado confirmó que él y su agente, Dan Lozano, les notificaron a los Padres antes de las Reuniones Invernales del pasado mes de diciembre que no negociarían una vez que se abriera el campamento.

Esas conversaciones, según el informe, terminaron desembocando en una sola oferta que llegó dos días antes de que iniciaran los entrenamientos: Cinco años adicionales y US$21 millones por temporada, agregados a su contrato existente, para un total de 10 años y US$265 millones a partir de ahora. Dado el tamaño de algunos de los contratos que se firmaron durante el invierno, es fácil ver por qué Machado parece estar dispuesto a probar la agencia libre, donde podría encontrarse una situación perfecta para sus aspiraciones.

Los Yankees, Dodgers, Mets, Gigantes y Cachorros podrían estar todos a la misma vez buscando a un tercera base en el mercado. Y los cinco equipos también podrían encontrarse en posición de gastar una cantidad significativa de dólares para llenar ese puesto.

¿Recuerdan hace cuatro años, cuando Machado y Bryce Harper esperaron toda la temporada baja antes de conseguir sus respectivos contratos de US$300 millones? Según lo que vimos este invierno, es poco probable que Machado termine esperando tanto esta vez.

A diferencia de esta pasada temporada muerta, cuando Aaron Judge, Trea Turner, el puertorriqueño Carlos Correa, Xander Bogaerts y Dansby Swanson representaban múltiples opciones para los equipos que buscaban a una estrella, el grupo de agentes libres del próximo año parece estar encabezado por Shohei Ohtani y Machado. Después de ellos, hay una notable caída en lo que a bates de impacto respecta.

Judge y Turner lograron acuerdos de más de US$300 millones antes de que terminaran las Reuniones Invernales. Correa acordó dos contratos de más de US$300 millones, antes de que sus exámenes médicos lo obligaran a “conformarse” con un pacto de seis años y US$200 millones. Bogaerts y Swanson también cobraron, cada uno firmando con sus nuevos equipos antes de las Navidades.

Como señaló Machado esta semana, es un buen momento para ser agente libre.

“Es un negocio”, dijo Machado. “Son cosas que pasan. Los mercados cambian. Desde que firmé hace cinco años, ha cambiado enormemente. Las cosas cambian y evolucionan para otros jugadores... es bastante bueno ver esto”.

Si Machado habla en serio sobre no volver a negociar hasta que llegue a la agencia libre, y no hay razón para creer que no está siendo sincero. Entonces, los Padres deberán esperar hasta noviembre para tratar de retener a quien se ha convertido en su capitán de facto.

Machado se ha convertido en un líder desde que se unió a los Padres, un veterano muy respetado que pone tremendos números en el terreno y brinda una gran presencia fuera en la cueva. Es, en muchos sentidos, el corazón del equipo.

Cuando Fernando Tatis Jr. sufrió una lesión hace dos inviernos, Machado ayudó a San Diego a mantener el rumbo. Cuando Tatis fue suspendido por dar positivo en una prueba antidopaje, muchos pensaron que aquella situación pondría a prueba el carácter y la determinación del club. Machado elevó su juego, registrando un OPS de .935 con 12 jonrones y 37 impulsadas en los últimos 47 duelos del club, para ayudar a San Diego a asegurar un lugar en la postemporada.

Machado continuó sobresaliendo en octubre, con OPS de .910 y cuatro cuadrangulares en 12 juegos, clave para que los Padres llegaran a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional por primera vez desde 1998. Terminó segundo en la votación a Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, la segunda vez que finaliza entre los primeros tres en las últimas tres campañas.

Quizás los Padres estén ahorrando su dinero para retener a Soto, quien rechazó una extensión de 14 años y US$440 millones de los Nacionales antes de ser cambiado en julio pasado. Pero Soto tuvo problemas -- al menos según sus elevados estándares -- durante los 52 partidos que disputó después del cambio. Y en los playoffs, tampoco estuvo al nivel que nos tiene acostumbrados. Soto será agente libre después del 2024 y dado que no es seguro que vuelva a firmar en San Diego, al final del día los Padres podrían correr el riesgo de perder tanto a Machado como a Soto.

Hemos aprendido a esperar lo inesperado de los Padres. Han sido una de las grandes historias del béisbol durante la última media década, gracias a todos esos movimientos de impacto en la búsqueda del primer título de la Serie Mundial en la historia de la franquicia. Machado y los Padres parecieran ser una pareja perfecta para permanecer juntos durante la próxima década, pero San Diego podría haber perdido la oportunidad de asegurarlo a largo plazo.

Machado dice que está concentrado en la temporada del 2023 y no está pensando en el futuro. Si éste es el último año de Machado en San Diego, los fanáticos de los Padres deberían hacer lo mismo y disfrutar cada momento.