Hace 11 años, Luis García era barbero. ¿Ahora? Está en la SCLN
FILADELFIA -- Este fin de semana, los Padres seguramente le pedirán a Luis García que consiga outs importantes en Filadelfia con un pase a la Serie Mundial de por medio.
Para García, lanzar en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional representa el cierre de un círculo. Porque si, hace una década, los Filis no le hubiesen dado una oportunidad a un joven pitcher derecho con una recta electrizante y mucho potencial – un pitcher que no había lanzado en el béisbol competitivo en casi un año y estaba trabajando como barbero y para una compañía de mudanzas – el dominicano no estará lanzando.
“Todo lo que pase de ahora en adelante será bueno”, dijo García. “Es un gran momento para mí. Enfrentarme al equipo que me dio la oportunidad de estar en Grandes Ligas, en este escenario, es increíble. … Ese fue el equipo que me dio la oportunidad de volver al béisbol”.
García, oriundo de Santo Domingo, firmó con los Dodgers en el 2004. Pasó cuatro años en la finca de Los Ángeles y otros dos en el sistema de Washington, pero no llegó a lanzar por encima de Clase A Alta.
Los resultados no fueron muy impresionantes que digamos, y García se frustró al ver que no estaba progresando. Como muchos jóvenes de 23 años que no daban la talla en los niveles más bajos de ligas menores, el quisqueyano comenzó a preguntarse qué haría en el futuro. Luego de dejar promedio de carreras limpias de 4.83 en la finca de los Nacionales en el 2010, eligió otro camino.
Para el 2011, García estaba fuera del béisbol y trabajando en una barbería en Morristown, Nueva Jersey, aptamente llamada “Major League Barbers”. Pero le costó encontrar clientes y rápidamente se puso a trabajar para una compañía de mudanzas.
“No, no era (un buen barbero)”, dijo García. “Lo hice por un mes. Estaba aprendiendo, y estaba mejorando. Pero no estaba haciendo mucho dinero y tenía facturas que pagar”.
Ahora, García se encuentra en los playoffs, luego de haber firmado un contrato de dos años y US$7 millones con los Padres el pasado invierno. Y está bien consciente del giro que ha dado su vida.
“Todo lo que sucedió en esos dos años me trajo hasta aquí”, dijo. “Pienso en eso todos los días”.
García luego se convirtió en instructor en unas instalaciones de béisbol bajo techo. Ahí, comenzó a tirar sesiones de bullpen, y de pronto, se vio lanzando por los Newark Bears, un club de una liga independiente, en julio del 2012.
Ese invierno, García dijo que hizo pruebas para seis o siete equipos de Grandes Ligas. Los Filis fueron el único club que le ofreció un contrato de liga menor.
Y cuando volvió al béisbol afiliado, García emprendió una misión.
“Fue un proceso de aprendizaje para mí”, dijo García. “Cuando volví al béisbol, tenía más madurez que antes. Trabajé más duro. Sabía que tenía otra oportunidad, y que iba a tener que darlo todo”.
García alcanzó tres niveles en la finca de los Filis en el 2013, dejando efectividad de 1.51. Gracias a eso, fue convocado a las Mayores en julio y dejó promedio de carreras limpias de 3.73 en 24 salidas.
García pasó las próximas seis temporadas entre ligas menores y Grandes Ligas, pero eso no le dio reparo.
“Lo que me ayudó fue que sabía lo que era estar fuera del béisbol”, dijo García. “Sé lo que es hacer esos otros tipos de trabajado. Fue difícil. Ahora puedo agradecer más lo que tengo”.
En ese momento, García todavía no había halado el éxito, ya que en tres de cinco temporadas del 2016-20 tuvo efectividad por encima de 6.00. Pero luego de lanzar por los Cardenales en el 2021, finalmente se afianzó. Su recta cobró velocidad y empezó a usar más su recta de dos costuras, combinándola con un slider devastado y un nuevo splitter.
“El muchacho tira a 100 mph, y la bola se mueve por todos lados”, señaló el manager de los Padres, Bob Melvin. “He ido mejorando a medida que ha avanzado. … Cuando tienes esa clase de sinker, y llega bastante rápido, tienes que empezar a mover el bate rápido”.
El departamento de evaluación de talento profesional de los Padres quedó lo suficientemente impresionado con el material de García para ofrecerle un contrato de dos años en diciembre. Ese es el tipo de seguridad que el derecho nunca había tenido. Hasta ahora, ha hecho valer la inversión de San Diego, ya que dejó promedio de carreras limpias de 3.39 en 64 presentaciones en la campaña regular. Y en los playoffs, no ha permitido carrera alguna en tres salidas de postemporada.
El viernes, García regresa al lugar donde tuvo su primera oportunidad de lanzar en Grandes Ligas, algo que nunca pensó que era posible cuando estaba fuera del béisbol, saltando de un trabajo a otro, pensando que había fracasado como pelotero y barbero.
“Todas las temporadas después de esa son especiales”, expresó García. “Y más ahora que tenemos la oportunidad de ganar un título. Quiero estar ahí. Quiero lanzar en la Serie Mundial. Quiero ganar un título. Porque sería increíble, después de todo eso, ganar un título”.