PHOENIX -- El infielder dominicano Marco Luciano reconoció que llegó a sentir la carga de su primer año completo en ligas menores a finales de su campaña del 2021, pero decidió no relajarse mucho cuando llegó la temporada muerta.

Luciano, un torpedero de 20 años calificado por MLB Pipeline como el prospecto Nro.1 en la organización de los Gigantes, descansó apenas una semana antes de volver a la carga. Incluyó más ejercicios de cardio y en los hombros a su régimen para mejorar su condición física, con las esperanzas de que le ayuden a aguantar más las exigencias de una campaña completa en el 2022.

• Prospectos que buscan un repunte, por equipo

“Es fantástico ver la manera en que trabaja”, señaló el piloto de Doble-A, Dennis Pelfrey, quien fue el manager de Luciano en Clase-A Alta Eugene el año pasado. “Eso es lo que se pierde de vista -- cuánto trabajo y lo decidido que está a ser el mejor. Creo que con eso, el desarrollo puede venir fácilmente”.

La ética de trabajo de Luciano es uno de varios motivos que hacen que el quisqueyano genere entusiasmo entre los prospectos de San Francisco, tras el joven firmar como agente libre internacional por US$2.6 millones en el 2018. Con una asombrosa velocidad del bate, tremendo poder innato y una impresionante capacidad atlética, no es sorpresa que Luciano se proyecte para tener un futuro brillante en el equipo.

Luciano regresó de manera oficial a la acción el sábado, cuando los Gigantes iniciaron sus campamentos de Ligas Menores en sus nuevas instalaciones en Papago Park, donde los jugadores de liga menor de los Atléticos entrenaban anteriormente. Agotó dos turnos en un juego simulado disputado en un terreno con exactamente las mismas dimensiones del Candlestick Park, antigua casa de los Gigantes. En su primera visita al plato, Luciano pegó un sencillo entre el bosque izquierdo y el central.

“Me siento bien”, expresó Luciano. “Creo que me estoy preparando para la temporada de la manera en que quería. Llevo casi un mes aquí y me siento muy bien”.

Luciano busca dar otro paso tras un desafiante 2021, que lo vio tener éxito en Clase-A Baja San José, pero algunos problemas para acoplarse al mayor nivel de competencia en Clase-A Eugene. Luego de alcanzar una línea ofensiva de .278/.373/.556 con 18 jonrones en 70 partidos con San José, Luciano terminó bateando .217/.283/.295 con un cuadrangular y 54 ponches en 36 encuentros con Eugene, donde era el más joven en Clase-A Alta Oeste.

El campocorto afirma que piensa que el cansancio fue un factor en los obstáculos que enfrentó en el 2021. Disputó apenas 47 compromisos en su debut como profesional en el 2019 y no vio acción en todo el 2020, debido a que se canceló la temporada por la pandemia.

“Tengo que aprender a manejar eso”, explicó Luciano. “Será uno de mis retos este año. No cambié mi dieta ni nada por el estilo, sino que traté trabajar en mi condición física para estar más fuerte”.

Luciano también deberá hacer ajustes para enfrentarse a un pitcheo de mayor nivel, pero demostró mejorías durante la postemporada de Eugene, bateando de 15-6 con un doble, un triple y un vuelacercas en cuatro partidos para ayudar al equipo a conquistar el título Clase-A Alta Oeste.

“Para cualquiera es un gran salto”, declaró Pelfrey. “Puedes fijarte en las estadísticas y decir que tuvo algunos problemas, pero creo que la mayoría de los jugadores se apoya en eso, porque aprenden mucho más rápido. Pienso que si hubiera tenido otro mes en Eugene, hubiera arrasado en Clase-A Alta.

“En los playoffs entró el ritmo un poco. Pegó un jonrón clave. Creo que eso lo llevó a la temporada muerta con una nota positiva. Pienso que verás más progreso de su parte”.

Luciano agregó que con un cuadre más abierto en la caja de bateo, está enfocado en disminuir los ponches, hacer más contacto y poner la bola en juego más. Por supuesto, la meta principal es llegar a las Mayores. En primavera pasada, Luciano expresó que cree que necesitaba otra campaña completa en liga menor antes de que estuviera listo para la Gran Carpa, aunque el 2023 sería una posibilidad más realista debido a que se proyecta para comenzar este año en Clase-A Alta Eugene.

“La meta es la misma”, concluyó Luciano. “Tratar de mejorar lo más rápido posible, hacer los ajustes y el resto dejarlo en manos de Dios”.