Los Philadelphia Phillies tienen el honor de tener varios peloteros que fueron nombrados como Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. Y el primero de ellos, que tuvo el honor de recibir el MVP de la NL, vistiendo la camiseta de los Filis, fue Chuck Klein en la década de los años 30.

Klein jugó en las Grandes Ligas, para los Filis de Filadelfia, en varias etapas. La primera de ellas fue desde la temporada 1928 hasta el año 1933. Algo que se repetiría en desde el año 1936 hasta 1939 (jugando este último año también en Pittsburgh) y desde 1940, hasta el año 1944. Una dilatada carrera profesional con los Filis, a los que unió una pequeña etapa en Chicago, desde 1934, hasta 1936 (vistiendo la camiseta de los Cachorros de la Ciudad del Viento).

Fue un excelente pelotero de Grandes Ligas, liderando la Liga Nacional en jonrones cuatro veces y convirtiéndose en 1933 en uno de los seis jugadores que hasta en ese momento había ganado la Triple Corona de bateo en la Liga Nacional. 

Además en 1930 estableció el récord de la Liga Nacional de bases extra con 107 y siendo el primer jugador seleccionado para el Juego de Estrellas como miembro de dos equipos diferentes (Phillies y Cubs).

Pero para Klein, que fue elegido miembro del Salón de la Fama del Béisbol en 1980, la mejor temporada fue en la que conquistó el galardón de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, con los Filadelfia Filis.

Una temporada en la que lideró la liga en jonrones por tercera vez en su carrera (lo lograría una vez más, después de ese mítico año 1932), además de liderar el viejo circuito en hits y en carreras anotadas (152).

Una proeza a la que logró añadir el hecho de ser el mejor de la temporada en bases robadas (20). Ningún pelotero desde entonces ha logrado liderar la Liga tanto en HRs, como en bases robadas, lo no hace más que engrandecer la figura de este mítico pelotero de la historia de los Filis de Filadelfia. Terminó la temporada con 226 hits, lo que significaba que ya eran cuatro años al hilo logrando superar la marca de más de 200 hits en una temporada.

En definitiva, la primera gran figura de la organización de los Filis, que tuvieron que esperar casi dos décadas, para volver a ver a otro de sus peloteros encumbrarse como el mejor de la Liga Nacional.

Sería en 1950 y con la figura de Jim Konstanty, en una temporada en la que además de destacar como uno de los grandes de las Mayores, ayudó al equipo a regresar a las Series Mundiales de aquella temporada… Pero eso es otra historia.

Hasta pronto desde España.