Los mejores (lo cual significaría “los peores”) bloopers del 2024

30 de diciembre de 2024

En muchas ocasiones, los jugadores de Grandes Ligas no parecen humanos. Son semidioses, con estaturas que superan el metro noventa, dotados de una velocidad, fuerza y coordinación mano-vista que los más torpes apenas podemos imaginar. Pero, de vez en cuando, estos talentosos atletas tienen un lapsus en el que se unen a nosotros. Es un instante que nos conecta a todos: Jugador y fanático, atleta y persona cuyo promedio diario de pasos podría calificarse como “posiblemente fallecido”. Estos momentos se llaman bloopers, y son increíbles.

Dicho esto, clasifiquemos los 10 mejores bloopers de la temporada del 2024.

10. El hombre de las abejas salva el día

Dicen que hay cuatro tipos de conflicto: Humano vs. Sociedad, Humano vs. Sí mismo, Humano vs. Humano y —quizás el más complicado de todos— Humano vs. la Naturaleza. Ese día, cuando los Dodgers y los D-backs intentaban jugar un partido, parecía que toda la habilidad e inteligencia de la humanidad no serían suficientes: Las abejas iban a ganar.

Sin embargo, después de una demora de 30 minutos, surgió un héroe: Matt Hilton, un experto en control de plagas en Arizona, quien estaba a punto de ver a su hijo jugar un partido de tee-ball. Como un héroe del Viejo Oeste, llegó para salvar el día, traje de apicultor en mano, ayudando a evitar que el desenlace de la película de terror de bajo presupuesto “The Bees” (Las Abejas) de 1979 se hiciera realidad.

9. Práctica de pitcheo

Cualquiera que haya jugado béisbol organizado en algún momento ha escuchado a su manager gritar desde el dugout: “¡Espera! ¡Espera! ¡Por el amor a todo lo decente y sagrado en este mundo, no sueltes la pelota!"

Es probable que algo así estuviera diciendo el manager de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza, durante la derrota de Nueva York por 9-5 ante los Orioles el 20 de agosto. El campocorto de los Orioles, Gunnar Henderson, conectó un elevado corto al jardín izquierdo que Brandon Nimmo no pudo atrapar al lanzarse en un intento desesperado. Nimmo tuvo que perseguir la pelota y lanzarla hacia el plato, pero su tiro se desvió. El lanzador Danny Young, quien estaba cubriendo detrás del plato de manera prudente, recogió la bola. Sin embargo, al intentar sacar al corredor que iba a tercera, hizo un tiro que terminó en el jardín izquierdo. Nimmo volvió a lanzar la pelota al plato, pero no llegó a tiempo para sacar al corredor. El receptor venezolano Francisco Álvarez recogió el tiro y lo devolvió a la tercera base, pero nuevamente no fue suficiente para atrapar al corredor.

La lección: A veces, es mejor no hacer nada que hacer algo. Es lo que digo cada vez que me olvido de lavar los platos al final del día.

8. Los pies de Schanuel lo traicionan

Antes del 2024, el inicialista de los Angelinos, Nolan Schanuel, adoptó un método de entrenamiento bastante peculiar. Molesto por lo fatigado que se sentía al final de los juegos, pasó el invierno de pie todo el día. Sin embargo, como se vio mientras corría las bases contra los Cachorros – cuando Schanuel se resbaló dos veces y no pudo anotar tras lo que habría sido un sencillo impulsor de su compañero Taylor Ward – tal vez necesite pasar este invierno trabajando en mantenerse de pie y moverse.

Como alguien que pasa más tiempo tropezando, tambaleándose y cayéndose que caminando exitosamente, sólo quiero decir: Yo también he estado ahí, Nolan.

7. El truco de Profar

Es notable que esta jugada no haya ocurrido en un relajado partido de agosto en medio de los días más calurosos del verano, sino en la disputada Serie Divisional de la Liga Nacional entre rivales del sur de California. Cuando Mookie Betts conectó un largo batazo por el jardín izquierdo contra los Padres en el Juego 2 de la NLDS, todos en el Dodger Stadium —incluidos los fanáticos en las gradas tras el bosque izquierdo — pensaron que la pelota estaba fuera del parque. Jurickson Profar vendió el engaño tan bien, con una expresión de decepción en su rostro, que Betts incluso comenzó a recorrer las bases antes de que, como un mago sacando un conejo de su sombrero, Profar revelara la verdad: La bola estaba asegurada dentro de su guante.

“Pero Mike”, seguramente dirás, “¿cómo puede un robo de cuadrangular ser un blooper?”

El blooper no es de Profar; es de Betts, quien tuvo que pasar de un grito triunfal mientras recorría las bases a un mucho más modesto y consciente encogimiento de hombros tras enterarse de que sólo había sido un elevado de out.

6. El salto de Smith

Los saltos verticales suelen ser más relevantes en el baloncesto o, tal vez, en el fútbol americano. Pero Josh Smith, de los Rangers, demostró que tener un buen salto también puede ser útil en el béisbol. Después de que DJ LeMahieu, de los Yankees, tuviera problemas para controlar un rodado de Smith, el relevista Tommy Kahnle intentó recoger la pelota. En lugar de esquivarlo o pasar a su lado, Smith optó por un salto al estilo de Súper Mario, pasando por encima de Kahnle para vencer el tiro y conseguir un sencillo dentro del cuadro.

5. El fatídico quinto episodio de los Yankees

Durante la campaña regular, los Yankees fueron uno de los mejores 10 equipos defensivos, pero toda esa habilidad y todo ese entrenamiento desaparecieron en un inning insólito cuando había mucho más en juego. Con una ventaja de 5-0 sobre los Dodgers en el partido decisivo de la Serie Mundial, de golpe pareció que la pelota había sido hechizada. Aaron Judge no pudo atrapar un manso elevado, cometiendo su primer error del 2024. Luego, el campocorto Anthony Volpe hizo un tiro desviado a la tercera base, y más adelante Gerrit Cole y Anthony Rizzo tuvieron problemas de comunicación con un rodado lento hacia la inicial.

Para hacer las cosas aun peores, un fanático afortunado logró comprar la pelota del error de Judge por la suma nada despreciable de US$43,518. Podría ser el blooper más caro de la historia.

4. Baty derriba a un umpire

Los jugadores y los umpires suelen tener una relación conflictiva, rara vez estando de acuerdo. Pero el antesalista de los Mets, Brett Baty, llevó esta rivalidad un paso más allá de lo acostumbrado cuando terminó derribando a uno de los hombres de azul mientras intentaba atrapar un rodado por la raya de foul. Esto se parece un poco a Tommy Lasorda contra el Phillie Phanatic, excepto que este incidente sí contó en la hoja de anotación.

3. El raro out asistido por un umpire

Si acabamos de mostrar a un umpire siendo derribado, ahora veamos un blooper en el que el árbitro pone su cuerpo en juego ... ¡y termina creando un increíble momento defensivo! El 19 de julio, Brett Wisely, de los Gigantes, inició un episodio bien particular al conectar un rodado por la raya de la primera base. La pelota golpeó la almohadilla, rebotó y terminó pegando al umpire de esa base, Chris Conroy. Por suerte para los Rockies, el inicialista Michael Toglia estaba justo ahí para atrapar la bola y deslizarse hacia la base para completar el out. Toglia fue el único que recibió crédito en las estadísticas, pero Conroy también merece algo de reconocimiento por esta jugada.

2. Los bloopers también tienen Entrenamiento de Primavera

Esta jugada tiene todos los elementos para ser un blooper de primera categoría. Tenemos el Entrenamiento de Primavera, donde los jugadores apenas están entrando en forma. Tenemos a jugadores de ligas menores usando uniformes sin nombres y con números altos. Y tenemos a un jugador corriendo por las bases mientras la pelota es literalmente pateada más y más lejos por los jardines por un grupo de jugadores incapaces de detener el caos.

Dentro de décadas, podrías encontrarte con esta jugada en las redes sociales y pocos recordarán que Kameron Misner fue acreditado con un jonrón dentro del parque. En cambio, recordarás la gloria y lo extraño de ver a los muchachos persiguiendo la pelota como si fueran perros jugando a atrapar un palo.

1. Rafaela vs. la pelota de playa

Un defensor excepcional en casi cualquier posición y con gran velocidad, el mayor desafío de Ceddanne Rafaela en su primera campaña completa en las Grandes Ligas no fue mantenerse en la alineación titular, sino intentar sacar una pelota de playa del terreno. ¿Sabes lo tonto que te sientes cuando tropiezas con algo al caminar por la calle? Ahora imagina lo que es intentar sacar una pelota de playa mientras 30,000 personas te observan.

Felicidades, Rafaela. Quién sabe cuántos premios podrías ganar en tu carrera, pero es probable que ésta sea la única vez que encabezarás una lista de bloopers.