Lindor deja atrás un doloroso 2023, con miras a tiempos mejores

16 de febrero de 2024

PORT ST. LUCIE, Florida – El aspecto más notable de la temporada 30-30 de Francisco Lindor en el 2023 no fue el hecho de que se convirtió en el primer Met en lograr tal hazaña desde David Wright en el 2007, ni que fuera el tercer jugador nacido en Puerto Rico en hacerlo, o uno de los cuatro beisbolistas de Grandes Ligas en conseguir el 30-30 en el mismo año, un récord.

Fue el hecho de que logró todo eso con un espolón óseo en el codo derecho, que comenzó a causarle dolor durante la primera semana de los entrenamientos.

En retrospectiva, Lindor dijo que pasó todo el año “con mucha” incomodidad, especialmente cuando hacía swing y fallaba. Los coaches del equipo estaban al tanto de su situación. Pero él nunca solicitó una resonancia magnética ni una radiografía, “porque sabía que iba a mostrar algo que haría que no me dejaran jugar”.

“Me dolía, pero pude seguir adelante”, comentó Lindor esta semana desde los entrenamientos de los Mets, donde se siente completamente saludable por primera vez en aproximadamente un año. “Y luego, a lo largo de la temporada, simplemente se volvió más difícil y más difícil. Pero es parte de ser un atleta profesional. Tienes tus dolores y molestias aquí y allá, pero lo manejas”.

Un día después de que terminara la campaña, Lindor por fin aceptó someterse a pruebas que revelaron el espolón óseo, el cual se le extirpó quirúrgicamente en octubre. Aunque los Mets pasaron toda la segunda mitad fuera de una pelea realista por los playoffs, Lindor consideró importante “presentarse” todos los días, como le gusta decir, y ser un ejemplo de cómo comportarse en tiempos difíciles. Que finalizara con 31 jonrones, 31 bases robadas e incluso algunos votos para JMV fue un bono.

Ahora, al comenzar su temporada con 30 años de edad, Lindor espera poder hacer aun más, tanto a nivel individual como colectivo. A diferencia de muchos atletas profesionales, que utilizan las críticas externas como motivación, Lindor no disfruta que su equipo empiece los entrenamientos con significativamente menos expectativas que el año pasado. Como expresó él mismo: “No me veo como un no favorito”.

“Llevo diciendo lo mismo desde el primer día: Quiero ganar”, agregó Lindor. “Nadie esperaba que los Diamondbacks ganaran [el año pasado], pero estoy seguro de que ellos sí. También, probablemente no muchos esperaban que los Rangers lo hicieran, pero estoy seguro de que ellos también. Ésa es más o menos la situación en la que se encuentra cada equipo. No se trata de las expectativas externas. Se trata de lo que crees y de lo que piensas que puedes hacer”.

En muchos aspectos, Lindor representa la antítesis del modo (relativamente) austero en el que los Mets operaron este invierno. Cuando el torpedero llegó a la franquicia en un mega cambio en enero del 2021 y posteriormente firmó una extensión de contrato récord de US$341 millones, Lindor inició un período de bonanza en el que el nuevo propietario del club, Steve Cohen, gastó grandes sumas de dinero en algunos de los nombres más impactantes disponibles, como Max Scherzer y Justin Verlander, entre otros. El objetivo era ganar de inmediato.

Cuando eso no sucedió, Lindor replanteó su perspectiva.

“Cada año, subes las escaleras”, explicó. “Para algunas personas, puede parecer que estamos retrocediendo, pero yo me comprometí con la idea de un acuerdo a largo plazo. No vine aquí por un año, dos años, así que sigo viendo que nos estamos moviendo en la dirección correcta. Hemos cambiado a personas en el camino, pero supongo que eso es parte del proceso. Estoy completamente comprometido. Respeto lo que están haciendo y estoy aquí para ganar”.

Un Lindor saludable sigue siendo uno de los mejores shortstops del béisbol, capaz de impactar juegos tanto a la ofensiva como a la defensa. También ha aceptado su papel como líder del equipo. Por ejemplo, invitó a los infielders Mark Vientos y Brett Baty a su casa en Orlando este invierno para entrenar junto a él. Le gusta estar en contacto con Cohen, el presidente del departamento de operaciones de béisbol David Stearns y el mánager del club, el venezolano Carlos Mendoza.

De esa y otras maneras, Lindor se enfoca en el panorama general. Cuando se piensa en lo que espera sea una permanencia de 11 años en la organización, un espolón en el codo, aunque doloroso, puede parecer de repente bastante insignificante.

Muchas cosas pueden lucir así cuando el objetivo es el éxito a largo plazo.

“Pongo mis metas en un lugar donde puedo alcanzarlas, pero también son altas”, aseguró Lindor. “Y luego, una vez que estoy en medio de ello, veo dónde estoy. Si voy a alcanzarlas, las vuelvo a mover. Quiero que esa meta constante esté al alcance”.