MINNEAPOLIS – Pareciera que a Royce Lewis no le basta con romper récords, sino que ahora también quiere romper pantallas.

El cañonazo de Lewis en el quinto inning no sólo le sirvió para que el infielder continuara ascendiendo en los libros de récords de los Mellizos, sino que dejó su marca en el Target Field... literalmente. La pelota conectada por el toletero pegó directamente en una de las pantallas del segundo piso del estadio, lo que produjo que un sector de la pizarra se quedara en negro, siendo un recordatorio del explosivo poder de Lewis.

Claro, al final nada de eso alcanzó el miércoles para sobreponerse a un error costoso del propio Lewis, en la eventual derrota de los Mellizos por 3-2 ante los Rays. De esa manera, terminó una seguidilla de seis triunfos para Minnesota, con apenas su segundo revés en 10 partidos.

“Este deporte te puede poner humilde bien rápido”, expresó Lewis. “No voy a dejar que eso defina mi día, mi año ni quién soy yo”.

Pero, regresando al jonrón, el club no sabía lo que había pasado con la pizarra que se encuentra encima de la sección 131. Simplemente pensaron que había fallado, hasta que ataron los cabos y vieron que había sido resultado del batazo de Lewis.

“¿Eso fue lo que pasó? ¿Se rompió?”, preguntó Lewis.

Así es, y fuiste tú.

“Sí me di cuenta de que se había apagado”, comentó Lewis. “Pero no sabía que había sido por el cuadrangular. Es genial”.

Lewis tiene ahora 25 jonrones en sus primeros 84 juegos de temporada regular, siendo ese número, por mucho, el mayor para algún jugador en la historia del club, superando al dominicano Miguel Sanó, quien se ubica en el segundo puesto a una distancia siete bambinazos. También llegó a ocho cuadrangulares en el año, superando a Byron Buxton (2022) y a Harmon Killebrew (1961) por la mayor cantidad en la franquicia, tras los primeros 14 encuentros de una campaña.