Julio listo para dejar atrás la “maldición de segundo año” en Seattle
PEORIA, Arizona – El dominicano Julio Rodríguez llegó con su acostumbrada sonrisa a los entrenamientos de los Marineros, pero rápidamente adoptó una postura seria cuando empezó a hablar sobre su desempeño individual en el 2023.
“Lo escucharon; no estuve contento con eso”, expresó el oriundo de Loma de Cabrera, antes de continuar por dos minutos ininterrumpidos hablando por última vez sobre el año pasado antes de enfocar su atención en el 2024.
“Hubo muchos momentos en los que sentí que pude haberlo hecho mejor”, expresó. “Conozco mis capacidades. Sé lo que quiero. Sé que mucha gente dirá, ‘Tuvo problemas con esto y aquello’. Pero ninguno de ustedes – con el respeto a ustedes y a todos los que me vieron y me apoyaron – quiere tanto que yo tenga éxito con este equipo como yo quiero tener éxito con este equipo”.
Fueron palabras fuertes para un jugador que terminó en el cuarto lugar en la votación para Jugador Más Valioso de la Liga Americana, convirtiéndose en el 44to jugador en la historia de las L.A./L.N. en tener una temporada de 30-30 (y sólo el cuarto en hacerlo con 22 años o menos), incluyendo un histórico tramo en agosto, en el que llegó a empalmar 17 hits en cuatro partidos.
Pero quedarse fuera de la postemporada en el penúltimo día de la campaña – y quizás incluyendo los altibajos que tuvo a inicios del año – lo dejaron con ganas de mejorar.
“Quiero ganar con este equipo”, indicó Rodríguez. “Quiero hacer lo máximo posible para ganar con este club. Sé que la gente se frustra, pero nadie está más frustrado que yo cuando fallo. Lo único que puedo hacer es aprender de esto, crecer, trabajar y volver para seguir mejorando”.
Con todo el carisma que ha mostrado desde su llegada a las Mayores -- siendo ése uno de los motivos por los cuales se ha convertido en una de las mayores estrellas en ascenso del deporte -- también tiene una motivación adicional que lo lleva a ser un competidor aguerrido.
“Julio ha hecho un gran trabajo analizando”, comentó el manager de los Marineros, Scott Servais. “‘Así es cómo entrené de cara al año pasado. Así es cómo salió la temporada’. Y reconoció que tuvo una gran racha, un mes, mes y medio en el que estuvo increíble. Pero además de eso, las inconsistencias fueron parte de su juego”.
Rodríguez fue el mejor jugador del deporte en agosto, cuando los Marineros – y no fue casualidad – impusieron un récord para la franquicia de triunfos en un mes, pero hasta ese punto estuvo – tal y cómo lo reconoció – tomando malas decisiones con sus swings.
De acuerdo con FanGraphs, en momentos de apremio entre el Día Inaugural y la Fecha Límite de Cambios, Rodríguez bateó .167/.327/.286 (OPS de .613) con wRC+ de 80 (el promedio de la liga es 100). Pero a partir de agosto, esos números mejoraron a .375/.464/.750 (OPS de 1.214) y wRC+ de 218.
A finales de los juegos y en los partidos cerrados – un criterio similar pero separado – bateó .226/.328/.340 (OPS de .668) en los primeros cuatro meses, y luego .360/.448/.480 (OPS de .928) en los últimos dos.
“Para mí, fue un bache de segundo año del cual estoy agradecido, porque fui capaz de aprender de él. Sé que me ayudará para toda mi carrera”, agregó Rodrígez. “Es algo que no voy a tomar por sentado. Es algo que nunca olvidaré. Me impulsará siempre a seguir hacia adelante y a mejorar para nunca sentirme de esa manera de nuevo”.
Hace dos años, Rodríguez llegaba a los campamentos como un cotizado prospecto hambriento por hacer el roster del Día Inaugural. El año pasado, lo hizo luego de ser Novato del Año de la Liga Americana y se disponía para prepararse para el Clásico Mundial de Béisbol.
Y ahora, aunque siempre ha tenido una intención deliberada con su preparación, parece que el dominicano está decidido a alcanzar nuevas alturas durante esta primavera.