¡OC! Jugadores de Gigantes rocían agua para formar las iniciales de Cepeda

6:02 PM UTC

Han sido un par de semanas difíciles para los Gigantes. El equipo de la Bahía perdió al jugador más emblemático de la franquicia, Willie Mays, cuando falleció a la edad de 93 años el 18 de junio. Diez días después, otro Gigante icónico, el puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda, murió a la edad de 86 anos.

Pero en medio de la tristeza ha habido varios momentos conmovedores en el terreno, momentos que se convirtieron en merecidos tributos para el “Say Hey Kid” y el “Baby Bull”.

En su primer juego tras la partida de Mays, el 24 de junio –la fecha más apta para un tributo a un jugador legendario quien portó el numero 24 – los Gigantes remontaron un déficit de 4-2 en la novena entrada y vencieron a los Cachorros con un batazo de oro del venezolano Wilmer Flores.

Luego, el viernes por la noche, poco después de un momento de silencio en Oracle Park en honor a Cepeda, Brett Wisely disparó un jonrón de oro para vencer al archirrival Dodgers.

Son estas cosas que suceden sin planearse. Pero si esas victorias por walk-off no fueron los suficientemente sorprendentes bajo las circunstancias, nadie habría previsto lo que el fotógrafo de Getty Images, Thearon W. Henderson, capturaría con su cámara mientras Wisely cruzaba el plato.

Fue un tributo que nadie podría haber planeado, mucho menos concebido.

Con sus compañeros reunidos alrededor del plato para felicitarlo y celebrar juntos, todos comenzaron a rociar agua al aire sobre Wisely desde sus botellas – una escena bien común en medio de las celebraciones de walk-off.

Pero estas salpicaduras de agua no eran comunes, más bien eran únicas. Henderson capturó con su lente la fracción de segundo en la que se dio una imagen que quedará entre las fotografías más recordadas en la historia de los Gigantes –el agua, en el aire sobre la cabeza de Wisely, formó las letras O y C, las iniciales de Cepeda.

En lo que a tributos se refiere, este sin duda es uno de los mas singulares. Una noche emotiva en el parque de la Bahía terminó de la manera más perfecta que cualquiera se hubiese imaginado.